Valérie Trierweiler, esposa de François Hollande, que tuvo que ser ingresada tras la tensión nerviosa sufrida por los rumores de infidelidad de su marido con la actriz Julie Gayet, parece que está dispuesta a olvidar y permanecer junto al presidente.

Desde su salida del hospital, Valérie permanece instalada en La Lanterne, legendario palacete de Versalles y residencia del presidente francés, a la espera de que este se decida: o ella o Julie. Varios consejeros políticos y diplomáticos, citados por medios franceses como RTL o Le Figaro, estiman que todo el tiempo que el presidente pase tomando la decisión supone un coste político importante.

"Si el presidente Hollande decide romper con Valérie Trierweiler, la señora debe abandonar rápidamente La Lanterne, que es una residecia de Estado pagada por los contribuyentes. Si decide continuar su relación con ella, será muy difícil que la cosa pase ante la opinión pública", explica uno de los consejeros, citado por RTL.

Mientras Hollande reflexiona sobre su decisión final, Valérie se recupera de la presión que la mantuvo hospitalizada hace unos días en dicha residencia. Allí, cuenta con todo tipo de comodidades: piscina, pista de tenis, bodega privada y hasta un amplio bosque, donde Carla Bruni aprovechaba para hacer jogging. Además, cuenta con una docena de personas a su servicio, cocinero y médico a su disposición.

Y en esta tesitura, parece que la compañera del presidente ha hecho saber que estaría dispuesta a "perdonar y reconciliarse" con François Hollande, y acompañarle incluso de viaje oficial a Washington que tiene previsto a mediados de febrero.

Una decisión que estaría provocando el malestar del Gobierno, que temen que las crisis sentimentales del presidente terminen prolongándose y afectando a sus funciones. Y es que aunque Hollande prometió "clarificar" el asunto antes de su viaje a Estados Unidos, aún no ha tomado la decisión definitiva.

Una historia que ha creado polémica y que ha dividido a los consejeros políticos del presidente, entre los que defienden la reconciliación de la pareja, y los que prefieren verle soltero. Todo se verá con el paso de los días, aunque parece que Hollande tendrá que darse prisa y decidirse si quiere aparcar por fin la historia.

Hollande solo visitó una vez a Trierweiler en el hospital y se comunicaba con ella a través de mensajes de móvil, pero la visitó el sábado y domingo en la Lanterne, según la revista "Paris Match", para la que trabajaba la primera dama.

Carta de la mujer de Chirac

Mientras tanto, Bernadette Chirac, la esposa del expresidente francés Jacques Chirac, dijo que ha escrito a Trierweiler para solidarizarse con su tristeza.

"No la he tenido al teléfono recientemente porque no quiero ser indiscreta. Probablemente está muy cansada. Pero, sin embargo, le he escrito", comentó Bernadette Chirac, de 80 años, en una entrevista emitida en la emisora "Europe 1".

La que fuera primera dama de Francia entre 1995 y 2007 le hizo saber a Trierweiler que había escuchado sobre el supuesto romance entre Hollande y la actriz Juliet Gayet que aireó una revista del corazón y que se solidarizaba con sus momentos de tristeza.

"Creo que está triste. Es lo que transpira de las noticias que se nos dan y creo que todo se va a arreglar muy pronto", declaró la exprimera dama.