La muerte se esconde en cualquier esquina. Nos puede atrapar en el momento más inesperado y de la forma más absurda que quepa imaginar. Esto fue lo que le ocurrió a famosos literatos y artistas que a continuación os pasamos a relatar.

Antonio Gaudí

El genial arquitecto barcelonés murió atropellado por un tranvía en la plenitud de su carrera. Fue el 7 de junio de 1926, cuando se dirigía a la iglesia de San Felipe Neri, al pasar por la Gran Vía de las Cortes Catalanas. Quizá podría haber salvado la vida si hubiera sido atendido de inmediato, pero le tomaron por un mendigo debido a su aspecto descuidado y nadie quiso socorrerle.

Gaudí

Albert Camus

El novelista, filósofo y periodista francés, premio Nobel de Literatura en 1957, tuvo un final irónico. Camus murió el 4 de enero de 1960 en un accidente de tráfico. Dos días antes de fallecer dijo, refiriéndose a la muerte del ciclista italiano Fausto Coppi, también en un accidente, que no conocía una forma más tonta de morir.

Albert Camus

Bon Scott

La afición a la bebida del cantante de AC/DC le llevó a la tumba. El carismático y macarra Bon falleció el 19 de febrero de 1980 en Londres tras una larga noche de exceso etílico. El artista se quedó inconsciente en el interior del coche de su amigo Alistair Kinnear, quien lo llevaba a su casa, y terminó ahogándose en su propio vómito.

Bon Scott

Michael Hutchence

El líder de INXS fue hallado ahorcado con su cinturón en la habitación 524 del Ritz-Carlton de Sidney, Australia. La versión oficial es que se suicidó, pero se cree que el cantante estaba llevando a cabo una arriesgada práctica sexual que se le fue de las manos, algo que también le ocurrió, según dicen, al actor David Carradine.

Michael Hutchence

Francis Bacon

Una neumonía se llevó por delante al filósofo, político, abogado y escritor inglés. Pero, ¿cuál fue la causa de esta enfermedad? Una tarde de 1625, Bacon decidió comprar un pollo y observar cómo se congelaba en medio de una gran nevada, con el objetivo de comprobar si el frío era bueno para conservar los alimentos.

Francis Bacon

Harry Houdini

El famoso mago y escapista se fue al otro barrio por un absurdo reto. En 1926, en Montreal (Canadá), unos jóvenes universitarios le desafiaron a ver si era capaz de aguantar unos puñetazos en el estómago. Houdini, por su puesto, no se amilanó y aceptó el reto. Aunque encajó sin inmutarse todos los golpes que le propinaron, estos le provocaron la rotura del apéndice y posteriormente moriría a causa de una hemorragia.

Houdini

Jack Daniel

El famoso destilador, creador del no menos conocido bourbon, falleció por una mala patada. Un 10 de octubre de 1911 se disponía a abrir su caja fuerte cuando se dio cuenta de que no lograba recordar la combinación. Su enfado llegó a tal límite que propinó una patada a la caja, provocándose una infección en el dedo gordo que le llevaría a la muerte.

Jack Daniel

Christine Chubbuck

La periodista estadounidense se suicidó en directo mientras presentaba su programa de televisión. "De acuerdo a la política del Canal 40 de brindarles lo último en sangre y entrañas a todo color, están a punto de ver otra primicia: un intento de suicidio", fueron sus últimas palabras antes de pegarse un tiro en la cabeza para horror de los espectadores y de sus compañeros de trabajo. Ocurrió el 15 de julio de 1974.

Christine Chubbuck

Allan Pinkerton

El detective y espía escocés, fundador de la primera agencia de detectives del mundo, murió en 1884 por una infección provocada por morderse la lengua al resbalar y caer en una acera. Sin duda una muerte tan extraña como dolorosa.

Allan Pinkerton

Hans Steininger

Este austriaco fue famoso en el siglo XVI por lucir una larga barba (casi metro y medio), que finalmente sería el origen de su desgracia. Un día de 1567, en un incendio en la ciudad donde vivía, olvidó atarse la barba (debía hacerlo para poder caminar) y en plena carrera la pisó y se fue al suelo, con tan mala suerte que se rompió el cuello.