Sara Carbonero se llevó un susto hace unos días al adentrarse en un bosque de Oporto. Sucedió en una zona de arboleda a unos 40 kilómetros de la ciudad lusa, un lugar al que la periodista había acudido a hacerse unas fotos para su blog. Acudió con su coche, pero cuando quiso regresar, las ruedas del vehículo se quedaron atascadas en el fango.

Cuando caia la noche la periodista empezó a preocuparse y pudo llamar al servicio de grúa para pedir ayuda. Al final todo quedó como una anécdota. Sara Carbonero ha confesado en su blog que su primera reacción fue “reírse” pero al ver que iba anocheciendo se le pasaron “las ganas de broma” y pidió ayuda.

"Mi cara al ver la rueda salpicando una especie de estiércol era un poema. Mi primera reacción fue reírme, pero al ver cómo iba anocheciendo y que era incapaz de sacar el coche de allí se me fueron pasando las ganas de broma. Al final, tuvo que venir una grúa a ayudarme. Nada más ver a su conductor, le pregunté: ‘¿A que usted también habría tratado de dar la vuelta en el mismo sitio?’. Lo peor fue el cachondeo que me tocó aguantar los días siguientes. Os podéis imaginar", cuenta ella misma en su blog.