Arantxa Sánchez Vicario ha recibido un nuevo varapalo en su vida. Su marido, Josep Santacana, le ha pedido el divorcio tras 11 años de matrimonio y se habría marchado con todos sus bienes, según cuenta El Mundo, que cita fuentes familiares. Además, el empresario reclama la custodia de sus dos hijos, Arantxa y Leo, de 9 y 7 años respectivamente.

Al parecer, Santacana ha dejado el ático en el que vivían en Miami y se ha trasladado a otro inmueble con una nueva pareja, llevándose todos los bienes, incluso los trofeos de la extenista. No obstante, fuentes cercanas a Santacana lo han negado.

El segundo marido de la pequeña de los Vicario era el encargado de gestionar el patrimonio de la triple campeona en Roland Garros y se habría hecho con el control de su fortuna, valorada en varios millones de euros, siempre según El Mundo.

Santacana quiere además la custodia de los niños y ha presentado a tal efecto una demanda en un juzgado de Miami. Alega que Arantxa, que trabaja en un colegio de la ciudad estadounidense, no está en condiciones psicológicas adecuadas para atenderles.

Cabe recordar que la extenista todavía tiene pendientes cuentas en España con Hacienda. La Agencia Tributaria le reclama 1,7 millones de euros por impago de impuestos.

Arantxa conoció a Santacana después de separarse del periodista deportivo Joan Vehils tras un breve matrimonio. Los padres de la deportista, con los que tuvo un agrio enfrentamiento a cuenta del dinero que ganó en su carrera, nunca vieron con buenos ojos el enlace, pero accedieron porque ella estaba embarazada.

Emilio Sánchez, el progenitor, falleció en 2018 sin haber logrado resolver las disputas con su hija. Arantxa denunció entonces que sus hermanos, Emilio y Javier, no la habían dejado entrar al velatorio de su padre.