Actriz. Popular por comedias televisivas como Aquí no hay quien viva o La que se avecina, Isabel Ordaz (Madrid, 1957) suele reservar un hueco en su agenda al teatro, donde inició su andadura hace tres décadas. Ganadora del Goya, por Chevrolet, interpreta ahora en la tragicomedia teatral Lúcido a una madre obligada a lidiar con un entorno familiar conmocionado.

¿Qué es lo mejor y lo peor de la familia?

Lo mejor recordarla cuando estás lejos y lo peor tener que celebrar con ella los cumpleaños y fiestas de guardar.

¿Prefiere hacer reír o hacer llorar?

Ambas cosas son un acto de catarsis y de libertad.

En Lúcido, uno de sus hijos dona un riñón a otro, con las lógicas consecuencias físicas y emocionales. ¿No hay buena acción sin castigo?

Personalmente, cuando hago una buena acción me siento muy bien.

Hay mucha gente que piensa que, como dice su popular serie, en estos momentos Aquí no hay quien viva?

Son tiempos para estar lúcidos, claro...

¿Lo de La que se avecina era premonitorio?

También lo decía mi abuela. Por eso es esencial, para no hipotecar el futuro, cuidar el presente.

¿Qué le subleva?

Que la justicia se convierta en un privilegio de clase.

¿Con qué detesta perder el tiempo?

Con los resentidos.

¿Y si se enfada?

Necesito un par de días de libertad condicional.

¿Tiene algún mantra para los malos tiempos?

"El odio es un amor congelado".

¿Qué le devuelve la sonrisa?

El mañana. Pensar que los trenes nunca dejan de pasar.

¿Qué está leyendo?

En estos momentos frecuento mucho a Shakespeare. Es un crisol, tiene todos los matices de la condición humana. Ah, y no es moral. Ni político.

¿Qué música lleva en el iPod?

No tengo.

¿Es de buen comer?

Llevo dos años cuidándome mucho en materia alimenticia. Y me encantan los woks.

¿Cómo sería para usted la velada perfecta?

Los colores del otoño, un buen vino tinto y diálogo, diálogo, diálogo.

Un lugar que no haya visitado y le encantaría.

Me gustaría hacer el camino de Santiago y viajar a India.

Un lugar al que no volvería jamás.

El pasado. Siempre tuve nostalgia del futuro.

¿Dónde encuentra sus colores y aromas favoritos?

En el corazón.

¿Qué tres objetos o personas no soporta perder de vista?

Amigos, libros y cuadernos, y el móvil.