Laura Corradini (Chenoa) acaba de sacar nuevo disco al mercado, ´Otra dirección´, y durante su presentación la cantante se arrancó a llorar dejando a los asistentes a la rueda de prensa y a sus seguidores boquiabiertos. Ella asegura que le sorprende que a la gente le hayan llamado "tanto la atención" sus lágrimas que, según explica, eran el reflejo de un trabajo muy duro, de la presión acumulada, "de todo, pero lo que no voy a hacer es dejar de expresar mis sentimientos", matiza. Desde que en el 2001 saltase a la fama tras su paso por aquel primer 'Operación Triunfo', la cantante de origen argentino, dice que sigue "currando" sin parar y que no se ve con derecho a decir nada del 21 por ciento de IVA aplicado a la cultura, "eso le corresponde a una familia que lo está pasando mal".

-Nos dejó a todos atónitos cuando la vimos llorar...

-El momento en el que haces el lanzamiento de un disco es un momento muy especial y cargado de emociones. En realidad tampoco me pasó nada en especial, tenía mucha presión acumulada, era sacar un disco sola con todo lo que ello implica y en algún momento me vi desbordada. Pero creo que lágrimas respondían más al esfuerzo de un trabajo muy duro. Yo me emocioné, pero estaba plenamente feliz.

-¿La soledad del hotel del artista puede ser terrible?

-Yo creo que el artista precisa de la soledad, no es que te sientas sola, es que los cambios son muy drásticos. Estás cantando ante diez mil personas y a los diez minutos estás sola en el hotel leyendo un libro, pero yo lo veo como un refugio necesario.

-Ha manifestado que no le importaría ir a Eurovisión...

-Eurovisión no lo vamos a ganar en la vida, porque hay mucho politiqueo. Me gustaría ir, pero hay muchos elementos que debería de controlar yo, porque al final el que debe de estar seguro con el tema y la actuación es el cantante. Aunque las votaciones son como son, no deja de ser un festival que crea mucha curiosidad y de la ilusión también se vive. Yo no me lo pierdo, monto una reunión en casa con amigos, con cenita y libretita para hacer votaciones y lo pasamos genial.

-Háblenos de su nuevo trabajo ¿qué tiene de especial?

-Todo. Es como si fuera mi primer trabajo. Es un doble cd con diecinueve canciones cantadas en castellano y en inglés. La mayor parte está hecha en Londres con seis productores, me he quitado esa espinita que tenía clavada de hacer algo más ´anglo´. Nosotros no tenemos tanta musicalidad como los ingleses, y hemos pasado un año y medio para parir este trabajo, con muchas tardes tirándonos de los pelos.

-Usted es letrista de sus temas ¿cómo trabaja, va con la libreta en el bolso y apunta cuando algo le inspira?

-Pues no, la verdad es que cuando me pongo a ello soy muy disciplinada y es entonces cuando recopilo cosas que se me han quedado en mi cabeza, y me acuerdo de esas cosas que me han gustado y las plasmo en una canción. Pero no llevo la libreta conmigo siempre. La inspiración me pilla trabajando.

-¿Es de las que escribe mejor enamorada o desenamorada?

-¡Puf! El amor tiene tantas caras, y yo he tenido tantas catarsis. Lo que sí te puedo decir es además de lo que le pasa a uno mismo, yo siento mucha empatía cuando una persona me está contando algo, y cuando escribo una canción de amor también trato la rabia, el drama... En una de mis últimas canciones, ´Júrame´, hablo de una mujer que está enamorada de dos hombres a la vez, y me encanta, aunque no me haya pasado a mí, porque hay cientos de canciones de hombres en los que se cuenta que están enamorados de dos mujeres y vamos a ver, tampoco pasa nada.

-Sin ir más lejos los mariachis.

-Anda que sí, ya era hora de ver la historia desde otro punto de vista, si es que las mujeres tenemos ese alma de sufridoras€

-Dice que en este disco tiene canción favorita.

-Sí, es raro porque en otros discos no tengo canción favorita pero en este sí, ´Ya no quiero verte´. La escuché hace año y medio y fue la que me impulsó y me ayudó a ser emprendedora de nuevo.

-¿Es de las que vive a dieta?

-Pues como todas, tengo vaqueros de la cuarenta y otros de alguna talla más pequeña, y según la época del año me pongo unos u otros. La verdad es que cuido mi dieta más que nada por una cuestión de salud, y a nivel físico hago deporte en casa casi todo los días.

-Dicen que la gimnasia engancha...

-Eso es una leyenda urbana, el ejercicio es voluntad y cuando nos den la pastilla de la voluntad entonces haremos muchas cosas, yo no lo hago por disfrute propio, pero lo hago y en casa tengo un montón de dvds de gimnasia, aparto la mesa del salón y venga.

-Imagínese que se presenta a ´La Voz´, con ese vozarrón seguro que los cuatro coaches se darían la vuelta ¿con cuál se iría?

-Hombre€ te voy a decir que los cuatro son compañeros y buenos profesionales, pero por jerarquía yo me iría con Rosario. Es la que más carrera tiene, y más de lo que ella ha escuchado, oído y cantado.

-¿Sigue el programa?

-Lo veo alguna vez y el formato televisivo es maravilloso, sobre todo las audiciones a ciegas. El problema viene luego cuando no hay tele, cuando hay que encontrar el respaldo de un buen sello discográfico y es ahí donde la cosa ya se va de las manos y se complica. Yo conozco muy buenas voces que no van a ´La Voz´, igual que hay muchas chicas guapas que no se presentan a Miss España. El ejemplo es Pablo Alborán, que sin pasar por ningún programa de este tipo ha demostrado ser un compositor y cantante maravilloso.

-¿Cuál es su mejor terapia cuando necesita un respiro?

-Ay, yo es que soy muy normalita. A mí lo que me gusta es cogerme el coche, que es donde voy más tranquila e ir al norte, a Asturias o Galicia, y buscar una vaca. Entonces aparco, y la miro, y ella te mira con esa cara, pausada cómo diciéndote: A ver, a ti qué te pasa. Entonces pego una bocanada de aire limpio, y me vuelvo. Me encantan las vacas, me dan una paz... y sobre todo me gustan las marrones.

-Su plato preferido cuando se da un capricho.

-Algo muy sencillo, un buen plato de pasta con aceite de oliva de Jaén y un poquito de sal. ¡Venga hidratos de carbono!

-¿Qué me dice del papa Francisco, argentino como usted?

-Pues la verdad es que no entra en guerras absurdas, cuando le sacan el tema del rollo gay dice que hay cosas más importantes de que preocuparse y eso me gusta, además está reformando la Iglesia y tiene los pies sobre el suelo. Le aplaudo porque está a pie de calle y eso hacía falta.

-A sus 38 años, ¿se siente mejor ahora consigo misma?

-Pues sí, mejor que nunca, porque al final los años te van poniendo en tu lugar, te vas queriendo más, te haces tu propia amiga, y aunque yo me flagelo mucho llega un punto en el que en lugar de mirar al de al lado me miro yo misma. He logrado el equilibrio, me miro al espejo y me digo: Laura, hasta aquí. Pienso además que no hay nada malo que decir de mí, no he hecho daño a nadie, no he sido un tipa escandalosa, y lo mejor es cuando mi padre me dice que está orgulloso de mí.