Catalán de alma flamenca, Miguel Poveda (Barcelona, 1973) vuelve a emocionar con su nuevo trabajo, Poemas y sonetos para la libertad. Textos de Quevedo, Góngora, García Lorca o Neruda, entre otros, que el cantaor hace suyos, arropados musicalmente por Pedro Guerra, Chicuelo y Joan Albert Amargós. Quince temas que sus incondicionales podrán escuchar en vivo en su gira estival, cuando este hombre de hablar suave y trato exquisito regrese de Estados Unidos, de cumplir su sueño de ser padre.

Allí se traslada en breve para seguir la recta final del embarazo -vía vientre de alquiler- gracias al cual nacerá su hijo, Ángel. La maternidad le parece la experiencia femenina más envidiable. "Es maravilloso que un ser pueda formarse dentro de otro ser, que la madre pueda sentir a su hijo en su interior. Es algo precioso que hace especial a la mujer".

A sus 42 años, él también ha sentido la necesidad de crear una familia. "Ya no tenía suficiente con llegar a casa, soltar la maleta y esperar el próximo concierto. Quería volcar el amor en alguien más". Una aventura "en solitario" que empieza "a finales de abril o principios de mayo". Por fortuna, añade, hoy existen fórmulas que permiten ser padre al margen de lo tradicional. Nervioso, ilusionado y convencido de que merece la pena, siente algo de vértigo, "pero no me asusta. He aguantado a mucha gente en el camino, y lo que venga de mi hijo será oro molido, agua bendita".

Poveda define sus 27 años de carrera como un viaje de aprendizaje impresionante, a todos los niveles. "Si no me hubiera dedicado a esto, no quiero ni imaginar qué tipo de persona sería yo hoy". Tímido e introvertido en su infancia, siempre ha tenido más complicidad con las mujeres. "No sé por qué, he conectado más con ellas; tengo grandes amigos, pero mis mejores amigas son mujeres".

Su universo familiar también ha sido más femenino: "Una madre estupenda que nos educó de modo igualitario -todos teníamos tareas domésticas- y dos hermanas con una sensibilidad fuera de lo normal que son mis amigas del alma". Su padre "trabajaba hasta la noche y le veía poco", pero la relación entre ambos se estrechó cuando él empezó a cantar. "Era una persona muy sensible, lo descubrí entonces".

Aunque no le gusta marcar diferencias por género, piensa que la mujer suele ser "más fiel, más romántica y honesta. Más sincera, aunque el hombre en otros aspectos es muy noble". En asuntos de amor y desamor, la mujer es más intuitiva, tiene un sexto sentido. "Y una sabiduría que? a ver cómo se interpreta esto... Si se propone ser maquiavélica, lo será mucho más; nosotros somos más torpes".