Numerosos estudios han demostrado los beneficios de tener una mascota en el puesto de trabajo. Los empleados son más felices, acuden a su puesto de trabajo con una actitud positiva y aumentan la productividad hasta un 67%, según han puesto de manifiesto alguno de estos estudios.

Esta curiosa iniciativa surgió en Puerto Rico en el año 1996, a raíz de que un grupo de defensores de los animales quiso restablecer los lazos afectivos con las mascotas y propiciar que estas no se quedaran tanto tiempo solas.

Tener la compañía de un perro o gato durante la jornada laboral reduce el estrés y a fomenta la socialización. Además, dan la oportunidad de estableces relaciones entre compañeros de un mismo equipo e incluso con los jefes.

Las mascotas podrían ayudar a captar nuevos profesionales. Los futuros empleados se sentirán atraídos por las sensaciones positivas de la oficina.

Sin embargo, no todo es tan fácil. Aquellas empresas que permitan la presencia de animales deberán conseguir el apoyo de todos los empleados, así como cuidar los espacios de trabajo para que sean seguros y acogedores para los animales. En ocasiones también pueden surgir problemas de comportamiento y es responsabilidad de la empresa que todo el personal sepa cómo lidiar con ellos.