Cuando traemos un gatito pequeño a casa no podemos evitar jugar con él con nuestras manos y reírnos cuando el pequeño se vuelve loco persiguiendo nuestros dedos y mordiéndonos la mano. A esa tierna edad los gatitos no hacen daño y es normal que creamos que no hacemos nada malo cuando jugamos con él de esa manera. El felino coge así la costumbre de arañar y morder mientras juega con nosotros, aunque lo hace sin ninguna intención agresiva.

El problema viene cuando el gato comienza a crecer y sus uñas y dientes van fortaleciéndose lo que puede hacernos mucho daño a nosotros si seguimos jugando con ellos de esa manera. Lo normal es que de adultos los gatos abandonen este tipo de juegos, pero, si hemos acostumbrado a nuestro felino a jugar con nuestras manos o nuestro cuero esto puede volverse un problema, sobre todo si no hemos sabido ponerle límites, ya que es muy probable que el gato quiera seguir jugando con nosotros como siempre y con su nueva fuerza nos haga daño.

Para evitar estos malos momentos te damos unos consejos para evitar que nuestro gato nos vea como un juguete y controle su fuerza cuando jugamos con él y así enseñarle a no morder o arañar:

Un grito agudo

Cuando nuestro gato es pequeño es conveniente que no usemos nuestras manos para jugar con él o provocarle, así evitaremos que coja la costumbre de arañar y morder durante el juego y lo mantenga en su edad adulta. Por su instinto cazador el gato no distingue entre tu mano y un juguete y no sabrá cuando te causa dolor. Cuando ocurra eso y notes dolor no te cortes en pegar un grito agudo y veras como el gato se retira y suelta tu mano. Las gatas, cuando sus crías juegan con ella y le hacen daño, sueltan un maullido muy agudo en señal de dolor lo que da a entender a la cría que está siendo muy brusca y así el pequeño gatito aprende a controlar su fuerza. También es importante que retires tu mano lentamente para no provocar más el juego.

Agarrar de la nuca

Las madres cogen de la nuca a las crías para transportarlas, por lo que es un buen truco cogerle de la nuca y mantenerlo así cinco segundos cuando esté muy insistente con jugar con tu mano. Instintivamente el gato se relaja para ser transportado por su madre y dejará de jugar.

En el momento justo

Para que estos trucos surtan efecto es importante realizarlos en el mismo momento en el que el animal realiza una mala acción, ya que si esperamos no surtirá efecto y solo confundiremos a nuestra mascota.

Juegos

Para evitar que tu gato centre su atención en tus manos es importante acostumbrarle a otros juguetes diferentes, como cuerdas, pelotas, etc. Además, siempre es importante que proporcionemos al gato al menos 15 minutos de juego al día para que se mantenga en forma y esté más relajado.