Para muchas personas –un 80% de los españoles afirma sufrir dolor de pies– los primeros atisbos de calor auguran malos momentos, porque las altas temperaturas estivales pueden provocar una desagradable e incómoda sensación de pesadez en pies y piernas, además de hormigueo, hinchazón, calambres, dolor y dificultades para andar.

Los peores síntomas suelen darse al final del día o después de estar mucho tiempo de pie o sentados. La causa es que el calor dilata las venas, lo que ralentiza la circulación venosa de retorno, ya de por sí difícil, porque al tener sentido ascendente desafía la ley de la gravedad.

Como consecuencia, la sangre y otros líquidos se acumulan y, de no tratarse a tiempo, puede llegar a desembocar en una insuficiencia circulatoria y en la aparición de varices, que afecta nada menos que a un 80% de las mujeres españolas mayores de 35 años. El hecho de que lo sufra más el sector femenino se debe en buena medida a su propia constitución. Pero a menudo es quien lo padece el responsable de su mal, porque elige el calzado en función de la estética y no de la propia comodidad.

La solución no es difícil, pero requiere medidas preventivas, como aconsejan los doctores Carlos Lisbona y Xavier Puncerenau, cirujanos vasculares de la Unidad de Cirugía Láser de Varices de la Clínica Teknon (Barcelona).

Otros de los problemas de pies que se agravan con el calor es la aparición de durezas, callosidades y descamaciones debidos a que la piel tiende a secarse. Bernat Vázquez, vicepresidente de la Asociación Española de Podología Deportiva y jefe de la unidad de biomecánica del pie del hospital de Nens de Barcelona, aconseja que se lime, en seco y no en mojado como acostumbra a hacerse, las zonas con piel gruesa para descamarla y, después de lavarlas, se aplique algún hidratante específico.

La elección de zapatos es un factor determinante, sobre todo en el caso de las mujeres que, con frecuencia, compran sandalias con una horma más estrecha que el talón, con lo que el pie se desborda por los lados y el zapato se clava y provoca durezas. Es indispensable usar calzado cómodo, ancho y con tacón de unos dos centímetros, porque si es más alto se sobrecarga la parte delantera del pie y si es completamente plano sufre talón. La mejor opción es un calzado transpirable, preferiblemente sandalias con suela de cuero.

Emulsión Con hidratantes naturales, repara y regenera la piel y previene la deshidratación. Para pieles secas, muy secas, descamadas y con picor. Repair Crema de Pies. 100 ml, 11 €. Eucerin. En farmacias y parafarmacias

Oxigenante Cóctel de activos vegetales que favorece la microcirculación sanguínea, activa el drenaje y reoxigena las piernas enrojecidas, cansadas y sobrecargadas. Actidren Gel. 200 ml, 15,85 €. Elifexir. En farmacias y parafarmacias.

Gel frío Reafirmante que favorece la circulación y la descongestión, reduce el cansancio y la hinchazón. Su acción hipotérmica favorece el drenaje. Glacil Gel Piernas Cansadas. 200 ml, 25,10 €. Montibello.

Exfoliante Con microcristales de aluminio, elimina las células muertas y permite que la crema hidratante penetre mejor. Podexine Exfoliante Querato-reductor. 75 ml, 9,85 €. Vichy

Lima Con mango extensible, elimina la piel dura y seca de los talones. Diseñada para alcanzar los contornos curvos del talón sin dañarlos, puede usarse sobre piel seca o mojada. Lima Talones Agrietados. 11,50 €. Dr. Schooll. En farmacias y parafarmacias.

Crema para hombre Hidrata y nutre la piel de pies secos y estropeados, previene la aparición de durezas y callosidades. Crema Pies Secos y Estropeados. 75 ml, 4,74 €. Salvepeed for Men. En farmacias y parafarmacias.