Los avances de la cosmética parecen inspirarse a veces en frases de la ficción, como el Feliz, feliz no cumpleaños de Alicia en el país de las Maravillas. Porque de eso se trata, de cumplir años cuidando la salud de la piel para minimizar los signos de envejecimiento, entre los que destacan la aparición de las líneas de expresión, pérdida de luminosidad y relajación del óvalo facial.

La crema de cabecera, la básica, aquella con la que se empieza el día y sin la que no se debe salir a la calle, es una hidratante antiedad. Vale la pena descifrar las fórmulas de esos productos especializados, porque dan pistas para saber cómo actúan ante las necesidades de cada piel y cómo abordan el último desafío de la belleza: el rejuvenecimiento.

Para rellenar y combatir las arrugas se puede recurrir a productos que contengan ácido hialurónico. Su función principal es ayudar a la piel a absorber mejor la hidratación y mantenerla así lisa y con buen aspecto. Para proteger y defender el rostro de las agresiones ambientales, la mejor arma son los activos antioxidantes. Y, si hay algo que no puede faltar, todo el año, aunque llueva o esté nublado, es protección solar. Cada vez hay más cremas de día y bases de maquillaje que la llevan incorporada, así que usarla es más sencillo. Parece demostrado que la piel que se ha protegido siempre del sol puede aparentar hasta diez años menos.

La luminosidad es uno de los puntos que más preocupan a las mujeres, ya que disminuye con la edad. Es la buena cara a partir de la cual se construye el maquillaje, o la que permite estar perfecta con sólo un poco de colorete, un corrector discreto y un simple brillo de labios.

La Roche Posay de la Roche. Precio: 31,50 €

Total Effects de Olay. Precio: 19,95 €

Absolue Premium BX de Lancome. Precio:150 €

Superdefense SPF 25

de Clarins. Precio: 36,39 €

Orquid Vital de Garnier. Precio: Consultar en tienda

Ox de Revidox. Precio: 29,29€

10 Total de Revitalift de L'Oreal. Precio: 12,95 €

Q10 de Nivea. Precio: 6,50€

Piel con estrés

El rostro de primavera quiere luz y transparencia, ofrecer un aspecto radiante y sano, con ese tono entre rosa y melocotón que está de moda, que tan bien sienta y que proyecta una imagen joven. El problema es que, con los años, la oxidación de sus proteínas vuelve la piel más amarilla, gris y opaca; es decir, que no sólo envejece, sino que también se oxida. Caminar, respirar, comer, el propio metabolismo, la exposición al sol, incluso en entornos urbanos, la contaminación del aire, la fatiga, todos estos factores provocan el estrés oxidativo de la piel, una de las causas principales del envejecimiento. Un buen antioxidante ha de facilitar la penetración de sus activos hasta las capas más profundas de la piel, porque es precisamente ahí donde debe actuar.

Una buena opción son los sérums, de textura más ligera que las cremas. También ha de tener una combinación exacta y efectiva de los diferentes antioxidantes que lo componen para que se potencie el efecto de todos ellos. Otro concepto que suele aparecer en las etiquetas de los productos es el lift o lifting, y su misión es tersar la piel y corregir la flacidez que hace que el rostro caiga y los rasgos se desdibujen. No hay nada que devuelva la juventud, pero sí ayudas para, con constancia, parecer y sentirse más joven, sin artificios y sin renunciar a lo vivido.