Los masajes reductores actúan sobre el tejido conjuntivo y ayudan a mejorar la irrigación y el drenaje linfático y venoso con el objetivo de movilizar la grasa acumulada en una zona específica para moldear el cuerpo. El proceso de reducción se produce porque se liberan los ácidos grasos y toxinas acumulados en la zona tratada.

Una pregunta importante, y que causa interés en las personas, es acerca de la cantidad de sesiones necesarias a las que hay que someterse para verse mejor.

El aspecto dependerá del centro de belleza que se escoja y de cada caso en particular. "El número de sesiones dependerá de la patología del individuo y de cómo evolucione el tratamiento". Por otro lado, se afirma que al cabo de "cuatro o cinco sesiones la persona empieza a ver los resultados".

Dentro del ámbito de los masajes reductores existe gran diversidad de opiniones. Pero algo sí es definitivo: los masajes deben acompañarse de otro tratamiento. Bien puede ser con otro tipo de masaje, como los mecánicos.

Lo importante es que se haga un estudio profundo de lo que necesite el paciente, para así poder obtener resultados eficaces.

También hay que tener en cuenta que la alimentación y la actividad física son factores que van a incidir de manera directa sobre la efectividad de los masajes. El cliente debe llevar una dieta equilibrada y tener una mínima actividad deportiva. De lo contrario, puede suceder que no se vean los efectos o que se vean lentamente y a la larga haya muy pocos cambios.