Llega el verano y la vida laboral no se detiene. Así que unos de los dilemas que se presentan estriba en qué ponerse para acudir a la oficina, sin pasar calor, ni frío, en caso de que el aire acondicionado esté demasiado alto. Los trajes de pantalón son una de las mejores opciones. Dan mucho juego combinados con una blusa ligera o un top sin mangas.

Además, este año pierden rigidez y se presentan en tonalidades vivas como el rosa fucsia y el verde lima. Otra propuesta que nunca falla es el vestido de algodón o gasa. Las faldas se alargan y la tendencia 'baby doll' se reserva para las salidas playeras o paseos vespertinos por la ciudad. Las faldas estampadas se mezclan con camisetas blancas e incluso pequeñas rebecas de punto.

Una de las máximas para ir a la oficina es huir de la vestimenta excesivamente informal. Por eso, las chanclas y sandalias demasiado escotadas, mejor dejarlas para otras ocasiones. En cambio sí resultan muy apropiadas las alpargatas de cuña, con detalles como lazos y flores.

La mezcla de azul marino y blanco siempre es una opción segura. Una sencilla blusa de rayas queda genial con pantalones blancos o en tono marfil de pata ancha y talle alto. Los shorts y bermudas tampoco resultan demasiado recomendables. Pero el pantalón tobillero sí es adecuado. Con una chaqueta entallada aporta esa imagen de seriedad imprescindible en el ambiente laboral. Y claro, los vestidos camiseros son siempre una opción que debe tenerse en cuenta. Quedan genial con un sencillo pañuelo de flores anudado al cuello. Los cinturones también ganan protagonismo este año, cuanto más anchos y ceñidos a la cintura, mejor.

Ellos siempre tienen la opción de escoger una de esas blazer de verano en tejidos flexibles y ligeros, en azul pálido o beis.

La colección Alfa Cube de Samsonite es ideal para aquellos compradores que quieren maletas resistentes y duraderas, a prueba de esos golpes que resultan inevitables en los aeropuertos. Las maletas están realizadas en policarbonato, un material de alta tecnología diseñado para ofrecer fiabilidad y alta resistencia al impacto. El modelo que aparece en la imagen tiene el tamaño ideal para utilizarse como equipaje de cabina. En su interior los objetos llegarán sanos y salvos al punto de destino.

En cuanto a vestuario recomendamos para días de compromisos serios camisas sin mangas de hilo con falda de tubo o pantalón pitillo ajustado negro con un top de tirantes blanco. Pon el toque de distinción con los complementos; como vas a escribir, comer, etcétera, en fin, que vas a utilizar las dos manos, mejor que utilices pulseras y anillos que te permitan libertad en tus movimientos y que no estén haciendo ruiditos durante toda la jornada, pone nervioso al personal, en serio. En cuanto a zapatos, si no vas a tener que caminar demasiado, utiliza un medio tacón tipo sandalias. ¡Look formal!

Los sombreros estilo borsalino son imprescindibles para el campo y la ciudad. El de la imagen es de H&M, y lleva una elegante cinta negra.

Goldman es la lámpara diseñada por Ron Gilad para la casa italiana Flos. Está inspirada en las que utilizaban los banqueros en el siglo XIX. Aporta luz directa a la mesa y está realizada con estructura de aluminio y difusores de metacrilato transparente. El interruptor óptico, situado sobre la base, es regulable. El cable de alimentación es de 2,5 metros de largo. El transformador se encuentra en el enchufe y tiene clavijas intercambiables. Se hace en varios acabados, su precio es de unos 280 euros.

Emilia Wickstead era una completa desconocida hasta que Katherine Middleton, duquesa de Cambridge, se fijó en su ropa. La diseñadora, nacida en Nueva Zelanda y formada en Milán y Londres, es un auténtico fenómeno. Es la autora de los vestidos premamá de la duquesa y de esos abrigos primaverales a los que es tan aficionada.

Antes de crear su propia firma trabajó con Giorgio Armani, Narciso Rodríguez y Proenza Schouler, incluso colaboró con la edición americana de 'Vogue'.

En 2008 abrió dos salones privados para exhibir modelos, en Chelsea y Knightsbridge, las «millas de oro» de las compras de lujo en Londres. En octubre de 2009 inauguró la tienda de Belgravia, por la que pasa la flor y nata de la aristocracia juvenil británica. Wickstead se ha consagrado como una creadora con muy buen gusto que sin caer en la extravagancia realiza colecciones frescas y modernas. Apenas utiliza faldas cortas ni escotes demasiado pronunciados, y adora el azul y el amarillo.