Armani reivindicó hoy a un "joven formal" en la tercera y penúltima jornada de la Semana de la Moda de Milán, en la que también desfiló la casa de moda Gucci, la cual propuso una estética sesentera para el hombre en la próxima temporada otoño-invierno.

Emporio Armani dedicó su propuesta a recuperar una estética formal para la moda joven que, a juicio del diseñador milanés, Giorgio Armani, en los últimos años han sufrido las propuestas "obscenas" de muchos diseñadores.

De este modo, el diseñador hizo lo propio y presentó a un hombre joven y sobrio, que viste en tonos apagados como el gris marengo, zapato acharolado y una omnipresente corbata negra.

La pieza clave de su colección fue un traje de chaqueta en felpa y paño con pantalones holgados y con pinza y con una parte superior cruzada, con una leve tendencia a la asimetría y con la supresión de la botonadura como novedad, algo que concede dinamismo a la composición.

La camisa blanca fue ineludible, pero Armani también optó por camisas y camisetas con estampado geométrico y en degradado.

Otra de las casas de moda que desfilaron hoy en Milán fue Gucci, que imprimió un tinte sesentero y nostálgico a esta tercera jornada de diseños en la capital lombarda.

En este sentido, la estilista de Gucci, Frida Giannini, contó entre el elenco de modelos con el hijo del actor y cineasta francés Alain Delon, que desfiló para retrotraer a los asistentes a la década de 1960, por su gran parecido con su padre.

Tonos pastel, rosados abrigos tres cuartos y pantalones de tiro alto serán el común denominador del hombre de Gucci para el próximo otoño-invierno.

La versión más formal de la mítica casa de moda florentina propone pantalón pitillo en tono azul grisáceo, chaleco en piel, grandes abrigos de peluche rosado y beige y el jersey de cuello vuelto en gris.

La versión más urbanita, en cambio, propone un negro total, con formas muy definidas y sobrias, y grandes volúmenes, que recuerdan a la estética de las bandas de rock británicas de los 60.