El rosa y otros tonos casi infantiles son una de las tendencias más marcadas de la temporada, junto con los estampados florales y los de trazos artísticos. Renacen las faldas midi y los pantalones muy anchos; se multiplican los encajes, los tejidos brillantes y los plisados. Y triunfan las prendas deportivas transmutadas en urbanas.

Los colores más suaves

El rosa es el gran triunfador de las pasarelas primaverales, que han descubierto las infinitas tonalidades de ese color no muy habitual históricamente en la moda. Le acompañan otros colores igualmente pálidos, como los azules y el verde mar, o incluso el beige y el amarillo.

Todo lo que brilla

Más discretos que en otras temporadas, los brillos siguen estando entre las tendencias primaverales. Tanto en tejidos lisos metalizados en oro, plata y los colores de moda, como en otros tipos de brocado o estampados en contraste con tonos mate. También en accesorios, se han sumado a la propuesta las marcas más reconocidas, como Dior o Gucci.

Un jardín en el cuerpo

Las flores, en todas las versiones y colores posibles, son las grandes triunfadoras de las tendencias de la temporada. A vestidos, camisetas, pantalones y abrigos con estampados inspirados en el jardín se suman también zapatos, sandalias, bolsos, gafas de sol y otros complementos, que pueden ir de los fulares a joyas e incluso calcetines.

Artesanía tribal

El folklore de los más diversos rincones del mundo ha sido referente en la moda durante distintas etapas. Esta primavera se recuperan estampados procedentes del arte tribal, así como accesorios de aspecto artesanal realizados con cuentas de madera y metálicas, cristales, piedras y elementos de la naturaleza.

Plisados

En muchas de las colecciones que marcan la pauta, han ido apareciendo prendas con plisados de muy distintos tipos, desde faldas que renuevan los kilts escoceses hasta otras que parecen más motivadas por los atuendos de la antigua Grecia. Por lo visto en las presentaciones para el otoño, la tendencia tendrá continuidad.

Arte en la ropa

Lo dejaba claro Karl Lagerfeld en su desfile del pasado octubre cuando mostraba su colección en una supuesta galería de arte. Las ilustraciones que reproducen trazos pictóricos de distintos estilos o las que muestran ruinas históricas, como es el caso de Dolce & Gabbana, se imponen en una temporada muy colorista.

La elegancia del chándal

De ser la quintaesencia de lo que en España se llamó hortera, ha pasado a desfilar en las pasarelas más cotizadas. Y aunque la idea no es nueva, sí ha adoptado ahora nuevos bríos de la mano de Fay, Marc Jacobs o Lacoste. Hay que reconocer que la ropa deportiva es cómoda y tiene su gracia cuando se aplica a la moda urbana. Sobre las zapatillas deportivas no hay discusión, si Chanel las proponía en su alta costura, son obligadas.