Sabemos que hay muchas prendas de cine que jamás olvidarás, ya sea por lo mucho que representan a nivel cultural y artístico, porque en más de una ocasión han hecho que te olvides del argumento o, incluso, porque décadas después de su gran momento siguen pareciéndote increíbles.

Tal es el caso de los cinco vestidos emblemáticos que te presentamos, donde los precios en sus respectivas pujas oscilaron entre los 4,6 millones de dólares y los 480.000 dólares y se hicieron famosos gracias a grandes actrices como Marilyn Monroe y Audrey Hepburn, que aparecen en esta lista por partida doble.

  1. Vestido blanco Marilyn Moroe (1995)

Tentador y sugerente, este vestido blanco con escote ´halter´ y falda plisada de vuelo cautivó a más de uno en la mítica escena de 'La tentación vive arriba'.

Quién iba a decir que tan sencillo ´outfit´ sería la referencia indiscutible de una carismática Marilyn, uno de los mayores iconos de la historia del cine que nadie puede pasar por alto.

Fue subastado por 4,6 millones de dólares en 2011 y está considerado como el vestido más caro de la historia del cine.

  1. Vestido ´Ascot´ de Audrey Hepburn (1964)

Adornado a la perfección con un sombrero realmente formidable, qué duda cabe de que este vestido fue y seguirá siendo una de las piezas más bonitas y elegantes de la gran pantalla. Fue el símbolo de la excelencia para una humilde florista, interpretada por Audrey Hepburn, que se presentaba por primera vez a la alta sociedad en las carreras de Ascot.

Efectivamente, se trata de la película 'My Fair Lady', cuyo pomposo vestido de encaje blanco con detalles y lazos en negro fue el sueño de muchas, especialmente de la actriz Julie Andrews, a quien le negaron el papel aunque había sido la intérprete de Eliza Doolittle en el musical de Broadway.

Diseñado por el británico Cecil Beaton, esta representación de la feminidad se vendió por valor de 3,7 millones de dólares, también en 2011.

3. Vestido rojo diva Marilyn Monroe (1953)

La sensualidad de este icono pop y sus memorables atuendos repite en nuestra prestigiosa lista de vestidos de coleccionista. Se trata del vestido rojo diva que una de las actrices más populares del siglo XX lució en 'Los caballeros las prefieren rubias' junto a Jane Russell.

El papel de Monroe en esta película asentó la imagen de ella misma con su personaje, Lorelei Lee, como rubia superficial cantando 'Diamonds are the girls best friends' ('Los diamantes son el mejor amigo de las mujeres').

Revelador, ajustado y lleno de paillettes, se vendió en una casa de subastas estadounidense por valor de 1,2 millones de dólares.

4. Vestido largo negro de Audrey Hepburn (1961)

Igual que Monroe en sus películas, Hepburn conquistó a más de medio mundo interpretando a la inspiradora y soñadora Holly Golightly desde la primera escena de 'Desayuno con diamantes' frente a la mítica joyería de la Quinta Avenida Tiffany & Co con un impresionante vestido largo negro.

Para grabar las escenas en las que los protagonistas conversan en el interior de la joyería, Tiffany tuvo que abrir en domingo, era la primera vez desde el siglo XIX que la firma cambiaba su horario.

Fue diseñado por Givenchy y con los guantes y las perlas adecuadas, desayunar un croissant en la calle nunca fue tan elegante como en aquella escena, aunque fue realmente un suplicio para la actriz llevarla a cabo, ya que odiaba la bollería. Esta obra de arte con la espalda descubierta parcialmente en la zona de los omóplatos se vendió por 900.000 dólares en la tienda Christie.

5. Pichi de cuadros azul Judy Garland (1939)

Recordemos que los precios no siempre van reñidos con el diseño excepcional, un claro ejemplo es este vestido pichi que lució Judy Garland interpretando a una asustadiza Dorothy en 'El Mago de Oz' mientras andaba por un camino de baldosas amarillas repleto de sorpresas.

Por sorprendente que parezca, el cariz de este pichi va mucho más allá de la simple apariencia, pues forma parte de una película de culto cuyo tema principal, 'Over the rainbow', ha sido versionado más de 150 veces y recibió el Oscar a mejor canción original en 1939.

Este largometraje es una de las primeras películas en las que se arraigó el uso del Technicolor y recibió otra estatuilla a mejor película.

Acompañado de una blusa blanca, que en realidad era rosa pastel, este vestido de algodón supuso un punto de inflexión en los uniformes de colegio, ya que, afortunadamente, esta prenda no llegó a convertirse en un icono como tal en la esfera del ´haute couture´.

Cabe destacar, que este atuendo no hubiera sido tal de no ser por los chapines de rubíes que marcaban la diferencia y aportaban un toque muy glamuroso a las calles del simpático barrio de Munchkinland.

En un color rojo desafiante, estos zapatos deslumbrantes y llenos de ´paillettes´ fueron el inicio del teletransporte cinematográfico en el celuloide de la mano del diseñador Rhys Thomas.

El vestido se vendió por unos 480.000 dólares en 2012. Los zapatos, definidos por su diseñador como "el Santo Grial de las reliquias de Hollywood", forman parte del museo de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood. Fueron un regalo del actor Leonardo DiCaprio, que pujó por ellos en una subasta.

Además de este par, se confeccionaron otros tres juegos de zapatos mágicos para la película: uno está en el Museo Nacional de Historia Americana de Smithsonian, otro en manos de un coleccionista privado y el último se encuentra en paradero desconocido tras ser robados del Museo de Judy Garland.