El frío está a la vuelta de la esquina, y con él, la temporada de nieve, siempre ligada a una moda muy especial. Las propuestas se renuevan cada año, pero la base siempre es la misma: buscar prendas confortables, calentitas y con un diseño espectacular. Las firmas más conocidas cada vez incluyen mayor número de prendas netamente invernales en sus colecciones. Es la prueba de que este tipo de ropa tiene un público variado, que traspasa las pistas de esquí y llega al mundo urbano.

Una de las claves de la temporada es el empleo del negro como base cromática. Anoraks y pantalones se tiñen de oscuro, tal vez para recrearse en ese elegante contraste con los paisajes nevados. La piel de pelo largo, especialmente el zorro, son otra de las constantes en capuchas, gorros, botas, guantes, bolsos y todo tipo de complementos, como bufandas y orejeras. Las botas de agua tipo Hunter o las de cordones con piel de borrego por dentro son otra mejor elección para pasear por la estación después de un intenso día por las pistas.

La moda de esquí disfruta de tanta popularidad que en Aspen (Colorado), una de las estaciones más exclusivas del mundo, se celebra cada año una semana dedicada a ella, con amplia presencia de las marcas más prestigiosas que producen exclusivamente ropa para esquiar. Las cazadoras acolchadas siempre son una excelente elección. Un suéter de lana con cenefas, de estilo nórdico, tampoco puede faltar nunca en el guardarropa. Y cómo no, para proteger la vista del sol de la montaña hacen falta unas enormes gafas que, a la vez que protegen, aportan un aire misterioso. En peinados para ellas está claro: la melena suelta cubierta por un gorro es ese toque final que tan bien manejan las celebridades asiduas a las estaciones.