Una de las acciones diarias más comunes conlleva una serie de hábitos, que no en todos los casos son los más adecuados. Al entrar a la ducha por las mañanas se suceden una serie de acciones que hacemos de manera automática un día tras otro. Abrir el grifo, coger el champú, extendernos bajo el chorro del agua caliente o depilarnos bajo la ducha son algunos de estos actos. Todos ellos de lo más comunes y habituales. No obstante, no siempre los realizamos correctamente.

Hay una serie de errores de lo más recurrentes y que muchas personas cometen al ducharse. Los expertos desaconsejan utilizar el agua demasiado caliente o ducharse en repetidas ocasiones. El uso adecuado del champú y del jabón son otras de las recomendaciones en las que se hace hincapié para el buen cuidado del cabello y de la piel.

Para asegurarte de que al ducharte no cometes ningún error, no te pierdas detalle del siguiente listado.

1. Agua muy caliente: para muchas personas meterse en la ducha bajo el chorro del agua caliente es una auténtica relajación. Sin embargo, no se trata de una práctica recomendable. El agua caliente puede dañar nuestro cuero cabelludo o nuestra piel y, además, no es nada beneficiosa para la circulación de la sangre. Los expertos apuntan que la temperatura ideal del agua en la ducha no debe ser superior a los 37 grados. De hecho, lo más recomendable es ducharse con agua fría.

2. Estar mucho tiempo bajo el agua: lo que para muchos es una auténtica gozada no hace más que resecar la piel. Además, la OMS recomienda no estar más de cinco minutos bajo el agua de la ducha.

3. Utilizar jabones agresivos en exceso: lo más recomendable es utilizar un gel con PH neutro para nuestra de piel. De lo contrario, romperemos las barreras de protección natural de nuestra piel y ésta se resecará con más facilidad.

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4. Pasarse con el champú: el pelo debe lavarse cada tres día. Esto es lo que recomiendan los peluqueros para evitar las agresiones de los productos químicos. Para lavar el cabello lo recomendable es no utilizar más de lo que sería una avellana en champú. Si éste además es un champú neutro y sin alcoholes muchísimo mejor.

5. No aclararse bien: un aclarado rápido no es lo más recomendable ya que, de esta manera, pueden quedar pequeños restos de jabón tanto en el pelo como en la piel.

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6. Especial atención a la espalda: aunque sea una zona difícil de limpiar, ésta requiere una especial atención. Hay que detenerse en limpiar bien la espalda ya que, de lo contrario, pueden aparecer impurezas. Hay diversos objetos que ayudan a la limpieza de esta zona.

7. Cuidado con las esponjas: las esponjas deben renovarse con frecuencia. De lo contrario, se convierten en nidos perfectos para la propagación de bacterias. El ambiente húmedo de la ducha es el aliado ideal para que se de este hecho.

8. Los riesgos de depilarte en la ducha: aunque se trata de uno de los hábitos más comunes entre las mujeres resulta ser poco recomendable. Según los dermatólogos, depilarse en la ducha hace que se irrite la piel y aparezcan después infecciones en los poros pilosos.

9. Demasiadas duchas: cuando hace mucho calor hay días en los que nos duchamos diversas ocasiones. No obstante, numerosos estudios desaconsejan ducharse más de una vez al día ya que la capa externa de la piel se ve altamente agredida.

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10. Secarse mal: el último paso al salir de la ducha es secarse. No olvides detenerte en cada parte de tu cuerpo para secarte bien. Hay que detenerse especialmente en los dedos para evitar que los restos de humedad propicien la aparición de hongos.