Los planes para adelgazar pasan por una dieta específica y sana bajo la supervisión de un médico, pero cuando nuestro objetivo es bajar la barriga, podemos tener en cuenta una serie de recomendaciones extra que pueden ayudarnos a lograr nuestras metas.

Lo primero, en cualquier caso, es cuidar la alimentación con una dieta adecuada, sana y equilibrada, y cambiar de hábitos. Ponernos como objetivo adelgazar pasa por modificar nuestra forma de vida, incorporar el deporte como una costumbre más y someternos al control médico, al menos en los primeros meses tras tomar la decisión de perder esos kilos que nos pueden sobrar.

Son muchas y muy importantes las razones de salud para bajar de peso cuando este está por encima de lo recomendado. Una de ellas se encuentra en los riesgos que entraña una barriga prominente.

Según numerosos estudios médicos, la obesidad es un conocido factor de riesgo para la hipertensión o presión arterial alta y se ha informado ampliamente de que la ubicación de la grasa en el cuerpo de una persona puede conducir a un mayor riesgo de otros problemas de salud como enfermedades del corazón y cáncer.

La relación entre la hipertensión y la obesidad global en comparación con la acumulación de grasa específica en un sitio no está clara, aunque algunos estudios han apuntado que las personas con grasa alrededor de su área abdominal tienen mayor riesgo de desarrollar hipertensión en comparación con aquellas con índice de masa corporal similar pero con concentraciones de grasa en otras partes del cuerpo. Además, también se ha asociado al riesgo de padecer diabetes.

Sin embargo, reducir centímetros en la zona abdominal se convierte casi siempre uno de los objetivos más difíciles de lograr, pese a que es uno de los más deseados.

Algunos consejos pueden ayudarnos a conseguir nuestro objetivo:

1. Más ejercicio aeróbico

Hacer deporte es clave. Pero para bajar barriga deberemos aumentar la intensidad del ejercicio físico aeróbico, tanto en intensidad como en tiempo, fundamental para quemar grasa. Este tipo de ejercicios son más convenientes que los de fortalecimiento de los abdominales.

2. Aumenta el número de comidas

Comer más veces al día y en menor cantidad es una de las recomendaciones clásicas de cualquier dieta. Esto mantiene el nivel de azúcar en sangre, lo que evita los clásicos bajones que nos impulsan muchas veces a pegarnos atracones.

3. Dejar las bebidas alcohólicas

En muchas ocasiones se ha apuntado que una de las causas de la grasa abdominal está en las bebidas alcohólicas, al margen de otros perjuicios para la salud. Dejar de tomarlas y optar siempre por el agua o el té verde nos ayudará a perder peso.

4. Evitar azúcares y grasas

Una dieta sana y que nos permita controlar y reducir la grasa abdominal pasa por reducir drásticamente aquellos alimentos que aportan un extra de azúcar o grasa. En este sentido, hay que rechazar por ejemplo, los refrescos azucarados.

5. Reducir los carbohidratos

El pan, la pasta, los cereales o el arroz blanco aportan hidratos de carbono, de los que no podemos prescindir, pero que deberemos controlar si queremos controlar el perímetro de nuestra barriga.

6. Mantener o aumentar el consumo de proteínas

Muchas carnes, el pescado, el huevo, el queso, los yogures o el arroz integral forman parte de una dieta específica para controla la grasa abdominal.

7. Consumir alimentos ricos en fibra

Los alimentos ricos en fibra, entre los que se encuentran los frutos secos, son un aliado fundamental para lograr nuestros objetivos ya que favorecerán el tránsito intestinal. También contribuyen a evitar la hinchazón.

8. Beber agua

También es importante beber de 1,5 a 2 litros de agua al día.

9. Descansar y evitar el estrés

Dentro de los consejos de vida sana, descansar adecuadamente y evitar o saber controlar las situaciones de estrés nos darán otro empujón para conseguir nuestros objetivos. El estrés genera niveles de cortisol que favorecen la acumulación de grasa en el abdomen.

10. No descartar las proteínas, carnes o pecados

Toda la proteína animal debe estar permitida en la dieta para aportar los aminoácidos básicos que necesitamos en nuestra alimentación.