Las rojeces en el rostro son un problema muy serio para aquellos que la padecen. Estas se desarrollan en pieles sensibles debido a un exposición frecuente a factores internos (consumo de alcohol, estrés, comidas picantes) o externos (radiación solar, cambios bruscos de temperatura, frío, polución), provocando que los capilares de la piel del rostro se dilaten.

Un mayor enrojecimiento facial, picor y dilatación permanente y visible de los vasos sanguíneos en mejillas, frente, nariz y barbilla, son algunos de los problemas que las personas con este tipo de piel sufren habitualmente. Los síntomas de rojez intermitente, de no diagnosticarse y tratarse a tiempo, pueden evolucionar hacia una rojez permanente, lo que se conoce como cuperosis y rosácea subtipo I.

Tratamientos contra el enrojecimiento facial

Teniendo en cuenta que la rosácea es uno de los trastornos cutáneos permanentes más frecuentes, que afecta a cerca del 10% de la población española, son muchos los esfuerzos a nivel de investigación que se están realizando en los últimos años para encontrar una solución a este tipo de afecciones cutáneas.

Estudios realizados por dermatólogos en mujeres de 20 a 60 años, con diferentes grados de esta problemática, muestran cómo un tratamiento dirigido a proteger la pared de los capilares y a reforzar la estructura de soporte de los mismos ofrece importantes resultados a nivel de eficacia y tolerancia.

Los tratamientos que ofrecen una doble protección microvascular se han situado como la mejor opción para tratar y prevenir los síntomas de la piel sensible o con rojeces (eritrosis, cuperosis y rosácea subtipo I). Una problemática que afecta a más de 45 millones de personas en todo el mundo, en su mayoría mujeres, de pieles claras y de entre 30 y 50 años.

Si eres uno de los que padece esta afección puedes apostar por una crema anti-rojeces. Este producto consigue reducir la intensidad de la rojez en un 19%, disminuir el flujo sanguíneo en un 33% y la pérdida transepidérmica de agua en un 12%, así como mejorar la hidratación de la piel en un 33% y el grosor cutáneo.