Numerosos pacientes con cáncer y sus familiares han soltado hoy sobre el cielo de Madrid 1.500 globos morados, el color de los supervivientes de cáncer, para reivindicar más apoyo social, pero también para decir de forma clara que "nunca" van a tirar la toalla "porque se puede salir" de esta enfermedad.

El acto, que se ha celebrado en la plaza de Colón con motivo del Día Nacional del Superviviente del Cáncer, ha estado organizado por el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), bajo el lema "Queremos que el mensaje de los supervivientes llegue lejos".

Un acto emotivo, en el que cada uno de los asistentes ha atado una tarjeta al globo que ha lanzado al cielo, con mensajes en los que se podían leer reivindicaciones relacionadas con las dificultades a las que se enfrenta este colectivo.

Barreras como el miedo a que se reproduzca la enfermedad, la discriminación laboral y social o el impacto psíquico, físico o emocional que sufren los enfermos una vez superado el tratamiento oncológico.

Antes de la suelta de globos, la presidenta de GEPAC, Begoña Barragán, ha leído un manifiesto en el que ha subrayado los resultados de un reciente informe en relación a las necesidades de las personas que han sobrevivido a una enfermedad oncológica, y que revela las dificultades que experimentan al rehacer su vida normal.

Este informe dice que tres de cada diez supervivientes de cáncer se han sentido discriminados o perjudicados en el trabajo a causa de la enfermedad, mientras que alrededor del 20 % ha perdido su empleo o ha tenido problemas en la reincorporación laboral.

"Los pacientes con cáncer seguimos aquí -ha comentado Barragán en su intervención - y no necesitamos miradas lastimeras, ni propinas de quienes creen que así salvan su conciencia y vamos a seguir adelante para que no nos toquen ni uno sólo de nuestros derechos".

Porque las personas enfermas de cáncer, según Barragán, se tienen que enfrentar a dificultades para renovar un permiso de conducir con normalidad, para adoptar a hijos a pesar de haber pasado bastantes años de terminar el tratamiento o a problemas laborales, como despidos o no ser ya promocionadas en sus trabajos.

Y en España son más de un millón y medio de personas las personas que han superado un cáncer, una cantidad, según la presidenta de GEPAC, "lo bastante importante para que se tengan en cuenta sus necesidades y para que se les facilite su reincorporación a una vida" a la que, subrayan, tienen derecho y a una "rutina normal".

Pero el primer mensaje que hoy quieren transmitir los pacientes, es que "se puede vencer al cáncer" y la mejor prueba de ello son las "Princesas rosas", un grupo de mujeres de ASCAMMA, la Asociación del Cáncer de Mama de Madrid, que han padecido o padecen cáncer de mama y que, como María Amor, tal y como ha dicho a Efe, prestan ayuda a todas aquellas que sufren esta enfermedad.