La hidratación es fundamental para el organismo y forma parte de unos adecuados hábitos de nutrición. Las recientes olas de calor en toda España alertan sobre la importancia de una correcta hidratación.

Por ello, el Observatorio de Hidratación y Salud (OHS) recuerda la importancia de mantener unos niveles óptimos de hidratación como parte esencial de la salud.

Los especialistas recomiendan reponer el agua corporal que se pierde a lo largo del día a través de diferentes procesos orgánicos como la transpiración de la piel, la orina o la respiración, ingiriendo variedad de bebidas y alimentos ricos en agua. De hecho, se calcula que entre el 20 y el 25% del aporte hídrico se obtiene de los alimentos y entre un 75 y un 80% de las bebidas.

Para ello, es aconsejable beber de forma rutinaria a lo largo del día, entre dos y tres litros. En zonas donde las temperaturas son elevadas, incrementar esta cantidad, y más aún en lugares de alta humedad como en las zonas costeras o si se practica algún tipo de actividad física.

"Mantener una correcta hidratación es fundamental para la salud", afirma la doctora Pilar Riobó, Jefe Asociado del Servicio de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid y añade que "el organismo necesita un adecuado aporte hídrico para desarrollar funciones tan básicas como el mantenimiento de la homeostasis, el funcionamiento renal y cerebral, la digestión, el transporte de nutrientes, regular la temperatura. Si no reponemos todo lo que va perdiendo a lo largo del día, nuestro cuerpo tiene que recurrir al líquido alojado en el interior de nuestras células y éstas sufren, pudiendo provocar dolor de cabeza, cansancio, debilidad, es decir, las consecuencias de la deshidratación".

La deshidratación es una disminución de la cantidad de líquido existente en nuestro organismo. Se pierden al día sobre 2,6 litros, repartidos entre los distintos procesos fisiológicos. Por ello, los expertos recomiendan ingerir entre dos y tres litros diarios.

"Beber esta cantidad es una recomendación general, pero no es igual para todos, varía en función de diferentes factores como el sexo, la talla, nivel de actividad física, la edad, el calor y la humedad a partir de estas fechas. Además, para que nuestro organismo mantenga lo que se conoce como equilibrio hídrico, es necesario acompañar la ingesta de líquidos con una dieta equilibrada, variada y moderada, rica en alimentos con algo de fruta y verdura", añade la Dra Riobó. "El mejor indicador para saber si se está bebiendo correctamente es medir el volumen total de orina al día que debe ser mayor de 1.400 cc al día".

En épocas de calor, en que aumentan las pérdidas hídricas, es necesario vigilar especialmente la hidratación. Sin embargo, no siempre resulta fácil beber lo necesario, especialmente para determinados grupos poblacionales, como las personas mayores o los niños que por diferentes causas no perciben adecuadamente la sensación de sed (esto se denomina hipodipsia), o quienes reciben tratamientos como diuréticos.

Ante esto, los especialistas recomiendan, además de ingerir alimentos ricos en agua, variar el consumo de líquidos, incluyendo bebidas como agua, refrescos o zumos.