Poco a poco va llegando el buen tiempo y apetece más salir y hacer actividades al aire libre, tanto por ocio como por salud. Es una época muy favorable para cuidar la salud y prepararse de cara al verano, para poder disfrutar al máximo de las buenas temperaturas de una forma saludable.

Cuidar el cuerpo y la mente de cara al verano debe ser un objetivo que no nos obsesione. Aquí planteo una serie de consejos a tener en cuenta:

Dieta y ejercicio sin obsesionarse: Es saludable mejorar los hábitos alimenticios y realizar actividad física, pero siempre sin obsesionares. Lo que no hayamos hecho en todo el año, no lo vamos a conseguir en tres meses, y es prácticamente imposible conseguir un cuerpo 10 si hemos estado todo el tiempo atrás descuidando nuestro físico y nuestra salud. Eso sí, nunca es tarde para mejorar nuestra alimentación y hacer ejercicio, con el objetivo de conseguir un estado más saludable, ahora que el buen tiempo acompaña y es más fácil motivarse.

Primero la salud, luego, el físico: El cuidado y la preparación para "lucirse" en el verano no tienen sentido a estas alturas, como hemos dicho antes. Lo que sí se puede hacer es aprovechar el tiempo más agradable para plantearse unos objetivos realistas de mejorar la alimentación y los hábitos de ejercicio, de cara a verse mejor en el próximo verano, pero con la idea de que los objetivos reales se verán a largo plazo. Ejemplos de actos que te ayudarán a sentirte mejor: consume más fruta y verdura, bebe más agua y evita refrescos y otras bebidas azucaradas, consume dulces caseros en lugar de bollería industrial, busca una actividad de ejercicio que te motive -pasear en bici, correr, practicar un deporte con los amigos...-

Para presumir ¿hay que sufrir?: Es cierto que sin sacrificio no se va a obtener beneficio, y que si queremos mejorar nuestra salud y nuestro aspecto, vamos a tener que trabajarlo mucho... eso hace que muchas personas que ya van tarde intentan ponerse en forma en muy poco tiempo. Para ello recurren a dietas milagro, rutinas de ejercicio desmesurado, etc. Lo ideal es seguir una disciplina durante todo el año, pero, con el poco tiempo que queda ya para los meses de calor, lo mejor es tomarlo con calma y tratar de mejorar, con paciencia. Empezar ahora a practicar un poco de ejericio (puede ser también en modo de juego o deporte, para que se haga más ameno) y a mejorar la alimentación (reducir ingesta de azúcares, bollería industrial, grasas "trans", etc.) siempre va a ayudar a mejorar el físico, la salud y el estado mental de la persona.

Relajar el cuerpo y la mente: Aprovechar el buen tiempo para realilzar actividades al aire libre, tanto de ejercicio físco de cierta intensidad como paseos en bicicleta o caminando, lectura en un parque soleado, senderismo por parajes naturales y un largo etcétera pueden servir tanto para entrenar el cuerpo como para ayudar a reducir el estrés y relajar la mente.

En definitiva, que más que obsesionarnos con la llegada del verano y querer conseguir ahora lo que no hemos entrenado nunca, más vale empezar poco a poco a mejorar nuestra salud física y mental, para ir afianzando unos hábitos saludables que ayuden a que la mejora perdure en el tiempo y que cada vez seamos capaces de comer mejor y hacer más ejercicio casi sin darnos cuenta.