Es el científico español en activo más citado del mundo (en más de 62.000 trabajos), ha publicado en más de 340 revistas científicas, Nature y Science entre ellas, y en la actualidad dirige el programa de biología del cáncer y genética del hospital Memorial Sloan-Kettering de Nueva York, actividad que compagina con la dirección adjunta del Institut de Recerca Biomèdica de Barcelona, su ciudad natal.

¿Cómo explicaría didácticamente que es un cáncer?¿Cómo se produce un tumor?

Nuestros tejidos se componen de células que constantemente se están dividiendo para mantener al tejido joven en funcionamiento. En estos procesos de ir dividiéndose se terminan cometiendo errores y al final una célula hija sale con una mutación producto de esta división celular. Esta es una fuente de las mutaciones. Otra es la provocada por agentes externos como el tabaco, que con todos sus elementos cancerígenos somete a la pobre mucosa del pulmón a un bombardeo constante y las células del pulmón se llenan de mutaciones. El cáncer surge cuando células que han acumulado una serie de mutaciones adquieren la capacidad de burlar a nuestro sistema inmunitario y van creando una masa que es lo que denominamos el tumor. Es una enfermedad de nuestros procesos internos, no viene provocada por ninguna infección, por ningún microorganismo externo. Por tanto, mientras haya vida habrá cáncer, el cáncer es un subproducto de estar vivo. Es consustancial al ser humano.

Las estadisticas hablan de que en España se dan cada ano 160.000 nuevos casos de cáncer...

Si, y provoca en torno a unas 95.000 muertes anuales...

...y tambien se dice que uno de cada tres hombres desarrollara un cáncer a lo largo de su vida, proporción que, en el caso de las mujeres, baja a una de cada cuatro. ¿Por qué el género masculino es más proclive a estos tumores?

Básicamente por la próstata. La próstata es un tejido que, con la edad, se vuelve muy propenso a acumular células cancerosas. Pero el termino cáncer es relativo. Una peca o un lunar tiene elementos cancerígenos que no se desarrollarán jamás. En muchos varones se acumulan cánceres en la próstata, lo que tiene una gran importancia en la estadística. El 99% de los hombres que superan la edad de los noventa años tendrían en su próstata agentes cancerígenos que no serán los responsables de su muerte.

Pero la percepción que impera todavía entre la población es que cuando te diagnostican un cáncer es casi como si te comunicaran una sentencia de muerte...

Sí, pero esto está cambiando. Al menos en Estados Unidos la impresión es otra, se va normalizando nuestra relación con la enfermedad llamada cáncer. Mejor dicho, con las doscientas enfermedades llamadas cáncer.

Esta incidencia del cáncer entre la población de la que hablábamos antes, ¿se daba también en el pasado o es producto de los nuevos hábitos de vida?

No había tantas estadísticas, pero hay factores que si pueden responder a esta pregunta. Por ejemplo la edad. Antes la expectativa de vida era menor y el cáncer está asociado a la longevidad, cuanto más vivas más posibilidades tienes de desarrollarlo. También hay hábitos de vida que impactan más en ciertos canceres. Como el de estómago, que era muy prevalente y ha caído en picado.

¿Era más prevalente en el pasado? ¿Por qué?

Sí. Por qué no había neveras y en las aglomeraciones urbanas la calidad de la alimentación era peor. Y la conservación de los alimentos, los ahumados y las salazones, era mucho más agresiva para el estómago, que estaba expuesto a más ataques inflamatorios por esta comida. Y con la inflamación prolifera más el cáncer. Se inventa la nevera, y el cáncer de estómago baja mucho.

¿Y qué pasaría con el cáncer de pulmón si no existiera el tabaco?

Sin el tabaquismo, el cáncer de pulmón se reduciría en un 15% de lo que es hoy. Y es el número uno en cuanto a mortalidad por cáncer y ya ha superado a los fallecimientos por causas cardiovasculares. Pero no hay que olvidar que sin tabaco también se puede desarrollar un cáncer de pulmón.

¿Qué otros hábitos aparte de fumar favorecen la aparición de tumores cancerígenos?

Calorías, obesidad. La falta de ejercicio a la que va ligada la primera. Se ha hablado mucho de las bondades de la dieta mediterránea y del brócoli, pero lo único que sí está demostrado científicamente es que la aparición de algunos canceres está ligada a la obesidad, la gran epidemia de nuestra sociedad. Tampoco es aconsejable la exposición al sol para las personas con pieles claras. Estos son los hábitos más importantes que hay que evitar.

¿Y el alcohol?

Sí, el alcohol también. Su consumo excesivo puede provocar tumores en el hígado.

Si pudiera elegir, ¿qué cáncer preferiría tener?

El de páncreas, no. Y el de próstata no hace falta que lo elijamos, porque ya lo tendremos. Pero uno de próstata localizado no estaría mal, ciertas leucemias o el cáncer testicular, que se cura en un 95%. El caso más patente es el del ciclista Lance Armstrong, al que le detectaron un cáncer de este tipo, ya con metástasis, y le consiguieron curar. Hasta el punto de que después ganó siete Tours seguidos. Y a lo mejor sin doparse.

¿Y cuál le gustaría mantener bien alejado?

El de páncreas, ciertos tipos de cáncer de pulmón, ciertas leucemias... Aunque los adelantos científicos han permitido que una leucemia que antes te mataba en dos años ahora se trata con una pastillita al día.

¿Salir de un cáncer implica caer necesariamente en un tratamiento crónico?

Para algunos sí, pero sin efectos secundarios, sin caída de pelo, etc. ¿No pones un azucarillo cada mañana en tu café? Algunos se curan definitivamente y otros se cronifican. Con los actuales avances, el paciente va a vivir mucho más tiempo y con una altísima calidad de vida.