La Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios contraindica el uso de codeína para menores de 12 años y lo limita para los mayores de esta edad. La agencia prohíbe este analgésico tras la recomendación de las autoridades europeas por casos graves, algunos mortales, asociados a su uso.

En una nota informativa, la AEMPS recomienda a los profesionales que prescriban la codeína para el tratamiento del dolor agudo "cuando no se consideren adecuados otros analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno".

La codeína es un opioide que se encuentra autorizado como analgésico, sea como monofármaco o en combinación con otros principios activos como paracetamol, ibuprofeno o ácido acetil salicílico.

La AEMPS advierte que el uso de este analgésico está contraindicado en menores de 18 años que vayan a ser intervenidos de amigdalectomía o adenoidectomía por síndrome de apnea obstructiva del sueño. En estos casos, se incrementa el riesgo de presentar reacciones adversas graves.

Tampoco se debe administrar a los pacientes que son metabolizadores ultra-rápidos, debido a que presentan un riesgo extremadamente alto de sufrir una intoxicación por morfina. Del mismo modo, se prohíbe su uso a mujeres lactantes.

La codeína deberá utilizarse en niños mayores de 12 años a la menor dosis eficaz y durante el menor tiempo posible, de manera que la dosis pueda repartirse hasta en 4 tomas diarias. El analgésico ha de ser administrado en intervalos no inferiores a 6 horas, y la duración total del tratamiento deberá limitarse a 3 días.

No se recomienda el uso de codeína en niños con trastornos neuromusculares, patología respiratoria o cardiaca grave, infecciones pulmonares o de vías aéreas superiores, trauma múltiple o los que hayan sido sometidos a procedimientos quirúrgicos extensos.

El Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia (PRAC) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) revisó el balance beneficio-riesgo de los medicamentos con codeína indicados para el tratamiento del dolor en niños. Esta revisión se ha llevado a cabo tras haberse conocido casos de niños que fallecieron o padecieron graves intoxicaciones por morfina después de consumir el analgésico.

Todos los niños que fallecieron resultaron ser metabolizadores ultra-rápidos de codeína. El análisis concluye que los menores de 12 años presentan un mayor riesgo de sufrir reacciones adversas tras la administración del opioide, y que éstas pueden resultar muy graves en aquellos que son metabolizadores extensos.

Además, el análisis de los datos puso de manifiesto que la eficacia de este medicamento para el tratamiento del dolor en población pediátrica es limitada y no es significativamente superior a la de otros analgésicos no opioides.