Un 58% de los mayores de 50 años confiesa haber notado un deterioro auditivo con la edad, pero la mayor parte de ellos resta importancia a los síntomas y no solicita ayuda inmediata a los especialistas. Así lo indica un estudio realizado por una empresa especializada en soluciones auditivas.

Los afectados por este problema suelen esperar casi diez años de media antes de buscar soluciones, de acuerdo con los datos de otro estudio. Para entonces, la pérdida auditiva se encuentra bastante avanzada y la adaptación al audífono resultará más difícil. Esto se debe a que, tras el deterioro del nervio auditivo con el paso de los años, el beneficiario del audífono debe volver a acostumbrarse al volumen real de su tono acústico.

La prevención se presenta como el remedio más eficaz contra estas molestias. Los especialistas recomiendan someterse a una audiometría al menos una vez al año para detectar a tiempo la pérdida de audición. Sin embargo, la mitad de los españoles reconoce no haber acudido nunca a este tipo de revisiones.

La mayoría de pérdidas auditivas son de grado leve o moderado. En la fase más leve no se distinguen ruidos suaves y la comprensión verbal se complica en entornos acústicos intensos.

La pérdida auditiva moderada se caracteriza por una comprensión bastante difícil si existe ruido de ambiente. No se aprecian los ruidos suaves moderadamente intensos. En el grado severo, las conversaciones personales deben realizarse en tono alto, y cuando son en grupo implican un esfuerzo notable. En el grado profundo se precisa de la ayuda de un audífono para mantener una conversación.

Los audífonos modernos facilitan una mejor audición en las diferentes situaciones con las que se encuentra la persona que los lleva. Un estudio realizado a 63 usuarios de un modelo fabricado por una empresa de soluciones auditivas así lo constata. El cien por cien de los pacientes experimentaron una mejoría en ambientes tranquilos (conversaciones con una sola persona) y complejos (TV, cine teatro, conferencias,...), mientras que el 98,4% de los encuestados percibieron mejoría en conversaciones con ruido y un 87% notaron mejoría en situaciones de ruido fuerte (tráfico, sirenas, obras, ...).

El estudio concluye que en ambientes de sonidos fuertes, la mejora alcanzada es de un 3,33% de media; en ambientes ruidosos, de un 41,45%; en ambientes tranquilos, de un 36,5%; y en ambientes complejos, de un 45,92%.