Los medios de transporte para llegar al país o la zona de destino, o para moverse en los desplazamientos internos, pueden implicar riesgos para la salud. Desde el Colegio de Enfermería de la Región de Murcia quieren ofrecer una serie de consejos que pueden ayudar a los viajeros a prevenir situaciones no deseadas en lo que se refiere a la utilización de medios de transporte durante el periodo vacacional. Concretamente se establecen una serie de recomendaciones para los viajes en avión, coche y barco.

En avión

El avión es el medio de transporte que se suele utilizar para viajar a distancias medias o grandes.

Aunque las cabinas de los aviones tienen la presión del aire adecuada para que no produzca efectos adversos en los pasajeros, se recomienda consultar al equipo de salud si los viajeros son: bebés menores de siete días; mujeres después de la 36ª semana de embarazo o después de la 32ª en caso de embarazos múltiples; mujeres hasta siete días después del parto; personas que hayan hecho, durante días, inmersiones subacuáticas a más de nueve metros de profundidad 24 horas antes de emprender el viaje o que hayan hecho un máximo de 2 horas de inmersión 12 horas antes; o bien personas que hayan pasado por intervenciones de cirugía o que tengan lesiones recientes, sobre todo en la zona abdominal; o que tengan infecciones nasales o de oído, ya que dificultan la adaptación a los cambios en la presión atmosférica durante el despegue y el aterrizaje.

También deberán consultar al equipo de salud las personas que tengan un antecedente reciente de infarto de miocardio, angina de pecho o ictus; y las que tienen una enfermedad respiratoria crónica grave y no estabilizada, o dificultad respiratoria en reposo.

Una de las alteraciones más comunes al viajar en avión es el trastorno horario o jet lag. Para apaciguar los síntomas hay que tener en cuenta estas medidas de prevención: ir ajustando los horarios de descanso y de las comidas a la hora del país de destino, si es posible, dos o tres días antes de la salida.

Si se viaja en dirección al este, se recomienda ir a dormir una hora antes de lo que es habitual, mientras que, si se viaja en dirección al oeste, conviene hacerlo una hora más tarde. Si no se puede seguir esta adaptación progresiva antes, se puede hacer mientras se viaje. De esta manera, se pueden reducir los efectos más frecuentes del cambio horario; favorecer la exposición a la luz diurna al llegar al país de destino, ya que mejora la adaptación del cuerpo al nuevo horario; evitar el consumo excesivo de alcohol y de cafeína, ya que puede inducir a la somnolencia o la excitación y, por lo tanto, estorbar la adaptación al nuevo horario de descanso.

En coche

Viajar en coche, ciclomotor, motocicleta o transporte comunitario, como un autobús, puede conllevar ciertos peligros y riesgos para la salud, como el síndrome de la clase turista o los accidentes de tráfico. Todas las personas que viajen en automóvil han de tener en cuenta algunas medidas básicas de prevención.

Como conductor hay que mantener un ritmo de sueño constante, descansando suficientemente antes de realizar un viaje. Además, si se nota algún síntoma (mareos y/o alteraciones de la visión) hay que disminuir la velocidad y detenerse en el arcén. Hay que evitar el consumo de bebidas alcohólicas si va a conducir.

Asimismo, debemos tener cuidado en los túneles, y extremar las precauciones durante la conducción nocturna, ya que está comprobado que las horas más peligrosas son entre las tres y las seis de la madrugada.

En este sentido, debemos evitar las comidas copiosas antes de coger el volante y no debemos adoptar posturas relajadas. Es recomendable además dirigir algunas de las salidas de aire hacia el cuerpo o los brazos.

En barco

Este medio de transporte puede conllevar ciertos peligros y riesgos para la salud. Todas las personas que viajen en barco han de tener en cuenta estas medidas de prevención: usar calzado antideslizante en la cubierta del barco para evitar posibles accidentes.

En caso de tendencia al mareo, si estamos en lugares cerrados hay que evitar leer o hacer actividades que requieran concentrar la vista; debemos consumir alimentos en poca cantidad y fáciles de digerir; hay que mirar un punto fijo o bien la línea del horizonte cuando se esté en cubierta; y debemos tomar, media hora antes de embarcar, un medicamento contra el mareo.

Además, debemos seguir todas las normas de seguridad durante el viaje en barco, y extremar su cumplimiento si hace mal tiempo.

También hay que protegerse la piel con una crema con factor de protección solar elevado para evitar las quemadas y llevar ropa de abrigo e impermeable, aunque el recorrido sea por zonas cálidas.