Con la llegada del verano se volverán a multiplicar en las próximas semanas los casos de otitis. La mayor frecuencia de los baños en aguas poco tratadas como las piscinas o la playa y la formación de tapones de cera casi oclusivos que provocan que el agua quede retenida dentro del oído hacen que esta época veraniega sea propicia para la aparición de los casos de otitis.

A pesar de que el trastorno no es grave sí es bastante doloroso y puede arruinar los días de descanso en los que el medio acuático se convierte en un elemento clave para recuperarnos de meses de trabajo.

¿Pero qué es la otitis? Esta dolorosa patología está causada por la infección del oído provocada por unos gérmenes que encuentran en el conducto auditivo externo la humedad que necesitan para proliferar. Se origina por cambios en el pH de la piel, derivados de una humedad excesiva, que dan lugar a la alteración de bacterias y hongos que habitan en esta área del oído. La bacteria más involucrada en estas infecciones es la pseudomona aeruginosa.

Evitar la humedad en el oído es fundamental para no sufrir la inflamación del oído y, por ello, Eduardo Ladrón de Guevara, presidente del Grupo Federópticos y Audiocentro, recomienda el uso de tapones a medida para el baño, justo ahora que empieza la época de verano y más se disfruta de las piscinas, ríos y playas.

Entre los síntomas de la otitis, el principal es el fuerte dolor que se origina en el oído y que en el caso de que la infección progrese puede llegar a producir incluso la supuración. Todavía más grave, en determinadas ocasiones la otitis puede llegar a provocar pérdidas de audición.

Para evitar la otitis, resulta fundamental extremar la higiene después del baño, secar correctamente los oídos tras salir del agua y evitar que quede ningún tipo de humedad residual. Lo mejor es hacerlo con una toalla que seque las partes externas y, sobre todo, evitar el uso de bastoncillos que, mal usados, pueden afectar a las partes internas del oído.

Lo más importante es mantener seco el conducto auditivo, por lo que con cuidado se puede aplicar aire caliente con un secador después del baño; también es aconsejable el uso de tapones adaptados a la cavidad auditiva de cada usuario.

En caso de que se sufra otitis, el tratamiento se hace mediante fármacos antiinflamatorios y gotas tópicas con antibióticos. Si se evita el contacto con el agua y no se toca el oído, muchas de las otitis externas se pueden curar por sí solas en unos 10 o 12 días. Si se hace necesario acudir al médico, el dolor se controla en 3 o 4 días y la inflamación en alrededor de una semana.