Una de las peticiones más solicitadas a los especialistas en medicina reproductiva por parte de las pacientes que desean someterse a un tratamiento de Fecundación in Vitro, es que puedan transferirse más de un embrión con la idea equivocada que de esta forma "se asegura" el éxito del embarazo.

Un craso error que puede tener consecuencias médicas, económicas y sociales, puesto que lo que están solicitando indirectamente es un embarazo múltiple, es decir, un embarazo de riesgo, con las complicaciones que de ello se deriva. Y es que el desarrollo de las técnicas de reproducción asistida, ha permitido aumentar la eficacia de las mismas y como consecuencia un descenso de la tasa de embarazos múltiples. De esta forma, cuando la paciente pide la transferencia de varios embriones a la vez, (máximo 3 según nuestra Ley), también está asumiendo que durante el periodo de gestación pueda sufrir las dificultades derivadas de este tipo de embarazos, como mayores índices de parto prematuro, bajo peso al nacer, complicaciones y secuelas del recién nacido, entre otros.

En medicina reproductiva los especialistas no podemos recomendar el "rápido y eficaz" como la mejor solución para el paciente. Sería una irresponsabilidad por nuestra parte y, por tanto, es nuestro deber aconsejar la transferencia selectiva de un solo embrión como opción preferente.

Contamos con medios suficientes para elegir el mejor embrión sin necesidad de tener que transferir más de uno, lo que multiplicaría considerablemente el riesgo de embarazo múltiple. Se trata de la selección de embriones conocida como morfocinética. Esta selección se hace mediante un incubador, el Embryoscope, que nos permite recoger imágenes de los citados embriones cada 15 o 20 minutos, proporcionando información completa y ayudándonos a seleccionar el mejor. Además, en caso de que la paciente disponga de más embriones de buena calidad, éstos se congelan y podrán utilizarse posteriormente.

Es decir, se trata de garantizar, ante todo, un proceso de gestación garantizando el mínimo riesgo para la paciente y su bebé. Una labor preventiva que a veces parece pasar a un segundo plano frente a la urgencia y la falta de información que en muchos casos lleva a solicitar prácticas de riesgo. Porque no sólo se trata de valorar el resultado final, sino de hacerlo con responsabilidad y minimizando las posibles complicaciones. Nuestro objetivo siempre ha de ser: niño sano en casa.

Doctor Claudio Alvarez

Director Médico de URE Centro Gutenberg