Despues de lo que cuesta hacer una dieta para aldegazar, no hay nada que dé más rabia que recuperar esos kilos perdidos, e incluso más, en unos pocos meses. Para evitar el indesado efecto 'yo-yo', existen una serie de trucos que te ayudarán a mantener el peso ideal que hemos logrado alcanzar.

Huir de los fritos y las salsas

La bollería industrial, los platos precocinados y los productos rebozados o empanados deben quedar al margen. Las salsas tampoco son aconsejables por su gran número de calorías.

Los alimentos grasos y rebozados son más difíciles de digerir. Foto: Getty Images

Consume productos bajos en calorías

No hay que retomar la misma alimentación que teníamos cuando comenzamos el régimen. Sustituye productos como queso, leche o mayonesa por sus versiones 'light' o bajas en calorías

Evita comer entre horas

Picar entre horas es lo peor que puedes hacer. Hay que evitar ese 'snack' mañanero, en forma de patatas fritas, los dulces o las chucherias. Si nos entra el gusanillo de comer algo de esto, podemos aplacar la ansiedad con fruta o un yogur desnatado.

Los 'snacks' como patatas fritas y chocolatinas deben evitarse. Foto: Getty Images

Si comes fuera de casa, elige cuidadosamente el menú

Si acudes a comer un menú a un bar o restaurante, puedes pedir dos primeros. Los primeros platos siempre incluyen alimentos más bajos en calorías, como verduras o ensaladas. Si optas por un pescado o una carne, procura que sea a la plancha y desecha los acompañamientos como las patatas fritas (también puedes pedir que te las cambien por cocidas o por unas verduras). De postre, una pieza de fruta o un lácteo desnatado.

Come cinco veces al día

Hay que mantener las cinco comidas al día que establecen las dietas. No olvides un 'snack' ligero o una pieza de fruta a media mañana o en la merienda, te ayudarán a llegar con menos apetito a las comidas principales del día. Ingiere despacio y mastica sin prisas.

Cocina sana y productos integrales

La freidora debe desaparecer de tu cocina. Apuesta por hacer los alimentos a la plancha, al vapor o al horno. Y siempre que puedas, productos integrales, que al no estar refinados generan menos toxinas una vez consumidos por el organismo. Para beber, mejor agua que bebidas con gas o alcohol.

Los alimentos integrales no engordan menos, pero generan menos toxinas. Foto: Getty Images

Los hidratos, nunca para cenar

En las cenas no son recomendables los hidratos de carbono, como la pasta, porque por la noche el organismo tarda más en eliminarlos. Mejor proteínas, como pescado a la plancha o carnes con poca grasa como pavo o pollo.

Nada de siestas inmediatamente después de comer

Tras una comida, copiosa o no, es mejor no echarse la siesta. Aunque para los aficionados a la siesta puede resultar un suplicio, hay que procurar acostarse al menos una o dos horas después de comer.

Hay que dejar pasar un tiempo después de comer antes de echarse la siesta. Foto: Getty Images