Desde hace tiempo se sabe que el estado de ánimo sesga nuestros juicios y percepciones, pero este efecto generalmente ha sido considerado como irracional o desventajoso. Una nueva teoría sostiene que el humor se basa en las experiencias y puede, de hecho, ayudar a adaptarnos rápidamente a los cambios en nuestro entorno.

Por ejemplo, experimentar ganancias inesperadas en el mercado de valores debe mejorar el estado de ánimo de un inversor. Ese estado de ánimo positivo puede entonces hacer que el 'broker' tome más riesgos, en esencia ayudarle a adaptarse más rápidamente a un mercado que está generalmente en crecimiento.

Según la nueva teoría, como las personas aprenden de las experiencias que están influidas por su estado de ánimo, sus expectativas reflejan no sólo la recompensa asociada a cada estado en particular, sino también cambios recientes en la disponibilidad general de recompensa en su entorno. De esta manera, el estado de ánimo permite el aprendizaje teniendo en cuenta el impacto de los factores ambientales generales.

"Este efecto del estado de ánimo debe ser útil cuando diferentes fuentes de recompensa están interconectadas o tienen un impulso subyacente", plantea uno de los autores principales del estudio, Eran Eldar, del University College de Londres, en Reino Unido. "Eso puede ser a menudo lo que sucede en lo natural, así como en el mundo moderno, de forma que los éxitos en la adquisición de habilidades, recursos materiales, estatus social e, incluso, las parejas pueden afectar a los otros", añade.

Eldar y sus colegas señalan que los estados de ánimo positivos o negativos maximizan su utilidad y se mantienen sólo hasta que las expectativas están totalmente de acuerdo con los cambios en las recompensas. Quizá por eso la felicidad finalmente vuelve a un nivel básico, incluso después de cambios altamente significativos en las circunstancias, como ganar la lotería.

Por ejemplo, un estado de ánimo negativo persistente puede hacer que una persona perciba muchos resultados posteriores como peores de lo que realmente son, lo que lleva a una espiral descendente. Esto podría convertirse en un estado de ánimo de "profecía autocumplida" y dar lugar a la aparición de un episodio depresivo.

Por lo tanto, mediante la definición de una potencial función del estado de ánimo y la descripción de los procesos de aprendizaje que le sirven de base, la nueva teoría puede llevar a entender mejor las causas de los trastornos del estado de ánimo. "Creemos que este nuevo enfoque puede ayudar a revelar lo que predispone a los individuos particulares al trastorno bipolar y la depresión", dice Eldar.

Debido a que los estados de ánimo son extensos y tienen impactos significativos en las vidas de las personas, es probable que hayan conferido una ventaja competitiva significativa a lo largo del curso de la evolución. Estar de mal humor a veces puede ser un pequeño precio que hay que pagar por la capacidad de adaptarse rápidamente cuando nos enfrentamos a cambios ambientales trascendentales.