La prioridad y la elección del momento a la hora de asumir la maternidad han cambiado de forma significativa en los últimos años y es que estos conceptos son muy distintos hoy a los que tenían nuestros padres o abuelos. La evolución de la mujer, producto del desarrollo social, profesional y la igualdad de oportunidades, ha reivindicado y hecho justicia con su género, pero esto también ha traído de la mano el sacrificio respecto a la decisión de ser madres asumiéndola, muchas veces, sin saber las futuras consecuencias naturales, respecto a esa decisión de postergar la maternidad. No podemos dejar de ser insistentes a la hora de informar y concienciar sobre la idea de que la edad de la mujer es el factor pronóstico más importante al evaluar la fertilidad de una pareja. La fertilidad de la mujer disminuye progresiva y paulatinamente, pero esta disminución se hace dramática a partir de los 37 años. También hay que decir que hasta hace unos años, la edad del varón no se consideraba un factor gravitante en la maternidad. Hoy sabemos que la edad del factor masculino también influye en el resultado reproductivo de la pareja. Se describe una disminución en la calidad seminal y un aumento de problemas como el aborto espontáneo cuando el varón pasa los 45 años.

Muchos de nuestros pacientes sobrevaloran los resultados de los distintos tratamientos de reproducción asistida y no saben que estos dependen casi principalmente de la edad tanto de la mujer como de la del varón. Es innegable el desarrollo de las distintas técnicas de reproducción que han permitido ser padres a muchos pacientes, que hasta hace unos años este sueño les había sido negado. Es el caso de la aparición del ICSI que solucionó muchos problemas masculinos severos, o del diagnóstico genético preimplantacional, que permitió erradicar la transmisión de enfermedades genéticas graves y vitales, así como la posibilidad de preservar la fertilidad por causa social o en casos de cáncer ya sea masculino o femenino.

No obstante, todavía quedan muchos retos, entre los que destaca la disminución de embarazos múltiples asociados a las distintos tratamientos de reproducción asistida, la mejora de las técnicas de cultivo y selección embrionaria, y seguir persistiendo en la investigación de nuevos fármacos, cada vez mas seguros y efectivos. Y por supuesto, intentar disminuir la importante carga psicológica asociada que es la principal responsable del abandono a los tratamientos.

De momento y en resumen, como dice la canción de Pablo Milanés "El tiempo pasa, nos vamos poniendo viejos?", una situación inevitable y si nuestro proyecto vital contempla el ser padres debemos ser responsables y conocer las consecuencias si decidimos retrasar la paternidad.

Doctor Claudio Alvarez Pinochet, director médico de URE Centro Gutenberg