En los meses de verano se incrementa el riesgo de urticaria en niños debido al sol, el baño en aguas frías y la ingesta de alimentos y bebidas muy fríos, según advierte la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP). Además, constituye un motivo muy frecuente de consulta en Urgencias, Atención Primaria y especializada, por ello es importante tomar las medidas necesarias para prevenir la afección.

La urticaria solar afecta a un 2 por ciento de los niños que se exponen al sol y produce ronchas en brazos y piernas, incluso en zonas cubiertas del cuerpo. "Este tipo de lesiones suelen empezar entre uno y diez minutos después de la exposición solar con picor y enrojecimiento y ronchas en las zonas de exposición al cabo de media hora", ha informado la miembro del grupo de trabajo de dermatitis atópica y alergia cutánea de la SEICAP, Nuria Marco.

Los síntomas de esta patología suelen aparecer en un plazo de entre una y tres horas y se repiten siempre que el niño se expone al sol. También puede aparecer una erupción rojiza como consecuencia de la fotosensibilización, una reacción fotoalérgica debida a la exposición solar después de la aplicación de cremas, perfumes, desodorantes y cosméticos o la ingesta de algún tipo de medicamento.

"Es fundamental extremar las precauciones pues la mayoría de reacciones se deben a la propia acción del sol por sobreexposición, tomarlo a horas poco adecuadas o por no usar cremas fotoprotectoras", ha recordado la doctora Marco.

Recomendaciones para disminuir el riesgo de reacciones

Los expertos aconsejan utilizar un buen protector solar específico para bebés o niños pequeños, ya que no están perfumadas y su base de formulación es más suave. Por otro lado, "como la piel infantil posee menos melanina, es más sensible a las radiaciones y tiene menos mecanismos de defensa, por lo que conviene utilizar productos que contengan óxido de cinc o de titanio", ha añadido la especialista.

Asimismo, se deben usar cremas solares de amplio espectro, que bloquean los rayos ultravioletas A y los ultravioletas B, con un índice de protección solar como mínimo de 30 para los más pequeños. Los expertos recuerdan que su eficacia dependerá de su aplicación correcta, "ya que hay que cubrir toda la piel extendiendo la crema, especialmente la cara, las manos y los pies, y aplicarla 30 minutos antes de salir de casa, incluso los días nublados, pues no empiezan a hacer efecto en la piel hasta 20 minutos después de aplicarla", ha subrayado la doctora.

Las reacciones cutáneas que aparecen como consecuencia de estímulos como los baños en agua fría, el contacto con objetos congelados o la ingestión de alimentos o bebidas frías, representan el 3 por ciento de las urticarias crónicas, según los datos de SEICAP. Este tipo de problema "se caracteriza por picor, ronchas e hinchazón en la zona al entrar en contacto con temperaturas bajas. Aparece de forma inmediata y desaparece entre 30 minutos y dos horas siguientes a la reacción, cuando la piel se calienta de nuevo", ha explicado la doctora la miembro del grupo de trabajo de dermatitis atópica y alergia cutánea de la SEICAP, Mercedes Escarrer.

En estos casos se aconseja evitar los cambios bruscos de temperatura y llevar la medicación adecuada. Además, se deben evitar situaciones de riesgo como "zambullirse de golpe en agua fría, lanzándose a la piscina o al mar, y no tomar bebidas frías, cubitos de hielo o helados", ha señalado Escarrer. Es recomendable comprobar la temperatura del agua antes de bañarse "introduciendo un miembro del cuerpo durante cinco minutos para ver si produce reacción", ha comentado la especialista.

El test del cubito de hielo

Para su diagnóstico, la prueba más utilizada es el test del cubito de hielo, que consiste en aplicar hielo, de manera controlada y envuelto, en el antebrazo del niño durante 5 minutos. Pasados 10 minutos hay que observar si produce reacción, "la prueba es sencilla, pero debe realizarse de manera controlada y en la consulta del especialista, ya que es él quien debe interpretar de manera correcta la reacción y evitar que se produzcan quemaduras con el hielo", ha concluido Escarrer. Por otra parte, para el tratamiento se pueden utilizar antihistamínicos como hidroxicina o cetirizina.