En nuestro tiempo una sonrisa bonita, además de un valor estético, sigue siendo un síntoma de salud global y un pasaporte a una mejor calidad de vida. Por eso, es especialmente importante que niños y adultos tengan una adecuada higiene bucal.

Durante el verano se planean viajes, se cambian las rutinas y se trata de disfrutar de las vacaciones lo máximo posible, olvidando muchas veces el cuidado de los dientes.

Los expertos recomiendan mantener, e incluso aumentar, la protección de los dientes durante el verano, ya que "se trata de una de las zonas más sensibles del organismo". Uno de los principales agentes que puede dañar los dientes es el calor, que aumenta la presencia de bacterias, lo que puede derivar en gingivitis, caries y otras afecciones.

Desde ADE Group han elaborado una lista de 8 acciones de riesgo que pueden dañar nuestros dientes verano, ya que las actividades lúdicas y las malas costumbres alimentarias pueden aparecer en nuestra agenda vacacional.

1. Cuidados con los productos fríos.

El contraste de temperatura es un factor de riesgo. Un consumo excesivo de helados, granizados u horchatas, entre otros, pueden propiciar reacciones de "sensibilidad dental", es decir, dolores intensos y transitorios causados por la exposición de la parte interna del diente que aparecen tras el contacto con un estímulo externo.

Según Dra. Mireia Alcaraz, odontóloga de ADE GROUP, "las vibraciones que este crujido produce sobre el hueso pueden derivar, en ocasiones, en pérdida ósea y, en consecuencia, en un encogimiento de la encía". La "sensibilidad dental" puede ser muy dolorosa y nociva para los dientes, provocando inflamaciones de los vasos sanguíneos del interior de estos.

2. Demasiado tiempo en la piscina te puede pasar factura.

El intenso calor veraniego hace que nos apetezca refrescarnos en la piscina, pero abusar puede dañar nuestros dientes, ya que los productos químicos como el cloro pueden provocar manchas en los dientes. Estas suelen tener un color marrón oscuro o amarillento y acostumbran a aparecer entre los dientes y en las piezas frontales.

3. Abusar de refrescos carbonizados y ácidos.

Los expertos recuerdan que los refrescos son algunos de los productos estrella de la temporada veraniega. No obstante, a pesar de ser muy apreciadas por el paladar, las bebidas carbonizadas o los zumos ácidos (naranja o limón) pueden provocar la descalcificación del esmalte dental de forma prematura.

Este daño, provocado por el ácido fosfórico de estas bebidas,propicia que los microorganismos empiecen a instalarse en los dientes más vulnerables y que aparezcan caries.

4. Consumir azúcares en exceso.

En veranos tenemos tendencia a consumir productos azucarados, especialmente entre los niños. Helados, refrescos y golosinas de todo tipo contienen altas cantidades de azúcar que facilitan la erosión del esmalte y provocan caries. Es por ello que es recomendable sustituir dichos productos dulces por agua y fruta.

5. Evita bucear si tu salud bucodental no es buena.

El buceo es un deporte cada vez más popular. Practicarlo sin poseer una correcta salud bucodental puede causar, no obstante, el efecto barotraumatismo dental.

Este se da al entrar aire en alguna cavidad dental a través de pequeñas fisuras, empastes temporales o caries a causa de morder con fuerza la boquilla y comprimir el nervio, lo que puede derivar en fuertes dolores. "De esta forma, si notas algún tipo de molestias, visita a tu especialista antes de practicar este deporte", advierten.

6. Ten precaución en la practica de deportes.

Los traumatismos y la pérdida de dientes se multiplican en verano debido al incremento de la actividad física. Deportes de contacto como el fútbol o el baloncesto u otros como el ciclismo son muchas veces la causa de fracturas dentales. Utilizar protectores es, en este sentido, una garantía para evitar dichos males, aunque el mejor remedio es ir con cuidado.

7. Abrir recipientes con los dientes.

En más de una ocasión habrás utilizado tus dientes para abrir recipientes como bolsas de patatas o botellas. "Es de vital importancia utilizarlos únicamente para masticar, puesto que cualquier actividad fuera de esta práctica puede producir lesiones importantes en nuestros dientes y causarnos complicaciones bucodentales", afirman.

8. No abuses de las bebidas con taninos.

Las comidas y las cenas se multiplican en verano y con ellas, también el consumo de bebidas que contienen taninos, productos químicos que pueden encontrarse en distintas frutas. El consumo excesivo de vino tinto, sangría o tinto de verano, que contienen estos productos, entre otros, puede resultar en la aparición de manchas antiestéticas en nuestro esmalte dental.