Los hombres que sufren de ansiedad tienen más del doble de probabilidades de morir de cáncer que los hombres que no presentan ese trastorno. Sin embargo, la ansiedad no está asociada con un aumento de las muertes por cáncer en las mujeres, según un amplio estudio británico y europeo presentado en la reunión del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología (ECNP, por sus siglas en inglés), que se celebra en Viena (Austria).

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es un problema de salud mental común que es incapacitante y debilitante, y lleva a mayor riesgo de suicidio. Afecta a alrededor del 5 por ciento de la población adulta y se caracteriza por preocupación excesiva e incontrolable sobre muchas áreas de la vida, con los afectados experimentando síntomas como tensión muscular, insomnio, falta de concentración e inquietud. Estudios previos han examinado si la ansiedad se vincula con la muerte temprana de las principales causas de enfermedad, pero los resultados han sido mixtos o distintos.

Utilizando datos de 15.938 participantes británicos mayores de 40 años del estudio prospectivo europeo sobre cáncer de Norfolk, en Reino Unido, los investigadores fueron capaces de vincular a los hombres y las mujeres con trastorno de ansiedad en el periodo 1996-1900 con los registros de defunción durante los 15 años siguientes, identificando así aquellos que sufren de TAG que murieron de cáncer.

Los autores encontraron que 126 de 7.139 hombres y 215 de cada 8.799 mujeres tenían TAG y durante un periodo de 15 años, 796 hombres y 648 mujeres murieron de cáncer. Durante el periodo de seguimiento de 15 años, vieron que los hombres que sufren de TAG presentan el doble de probabilidades de morir de cáncer que los que no tienen ansiedad, una relación que no se encontró en las mujeres.

Según los autores, otras investigaciones en el futuro deberían determinar si la ansiedad se asocia con tipos específicos de cáncer en los hombres. "En el pasado se han realizado estudios no concluyentes de la relación entre el cáncer y la ansiedad. Sin embargo, nuestro estudio es el más grande que se ha centrado en evaluar esta relación", afirma la investigadora principal de este trabajo, Olivia Remes, del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido.

El estilo de vida de los hombres, posible causante

"Encontramos que los hombres con trastorno de ansiedad generalizada tienen más del doble de probabilidades de morir de cáncer que los hombres que no tienen esta enfermedad. Esto es así incluso después de tener en cuenta una serie de factores adicionales, como la edad, las principales enfermedades crónicas, enfermedades mentales graves, el tabaco, el alcohol, la actividad física y los medicamentos. Las mujeres no muestran esta relación entre la ansiedad y el cáncer", subraya.

El trabajo muestra que la ansiedad se asocia con la muerte por cáncer en los hombres, pero no se puede decir que uno sea causa del otro, puntualiza esta experta, añadiendo que es posible que los hombres con ansiedad tengan estilos de vida u otros factores de riesgo que eleven el riesgo de cáncer que nose tuvieron en cuenta por completo. Sin embargo, esta asociación plantea preguntas y puede ser necesario que la sociedad considere la ansiedad como una señal de deficiente atención de salud.

A su juicio, los investigadores, responsables políticos y médicos no dan suficiente importancia a la ansiedad y apuesta por cambiar esta situación. "Un gran número de personas están afectadas por ansiedad y sus efectos potenciales sobre la salud son sustanciales. Con este estudio, mostramos que la ansiedad es algo más que un rasgo de la personalidad, sino más bien, es un trastorno que puede estar asociado con el riesgo de muerte por afecciones, como el cáncer", concluye.

Por su parte, el profesor David Nutt, expresidente del ECNP, subraya: "Como psiquiatra que trabaja en una de las pocas clínicas en Reino Unido especializadas en el tratamiento de personas con trastornos de ansiedad severos, estos resultados no me sorprenden. La intensa angustia que estas personas sufren a menudo a diario, por lo general, se asocia con una gran cantidad de estrés corporal, que tiene un impacto importante en muchos procesos fisiológicos, incluyendo la supervisión inmune de las células cancerosas".

"Como los autores señalan, otros factores como la automedicación, el tabaco y el alcohol también son propensos a estar involucrados. Apoyo plenamente la declaración de los autores de que debe aportarse mucha más información e inversión para el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos de ansiedad", concluye.