Normalmente, el frío del invierno hace que nuestra salud se resienta: somos más propensos a coger resfriados, subir de talla ya que estamos más tiempo en casa y nos movemos menos e, incluso, sufrir desánimo o depresión.

Para que nuestro paso por la estación más fría sea victorioso, es necesario tener en cuenta una serie de hábitos y medidas que nos ayudarán a luchar contra los contratiempos, enfermedades y males típicos del invierno. ¡Toma nota!

Evita los cambios bruscos de temperatura

Entrar y salir de ambientes con climas límites es perjudicial para la salud. Por ello, es recomendable que la temperatura de nuestro hogar o lugar de trabajo no exceda de los 21 ó 22 grados. Además, hay que ventilar periódicamente los ambientes; con 10 minutos diarios, es suficiente.

Intenta controlar la propagación de virus reforzando los hábitos de higiene

Los virus de los constipados y de la gripe viven su momento de máximo esplendor en invierno por ello es de gran importancia tomar una serie de precauciones que nos ayudará a prevenir. Ventilar las estancias durante diez minutos, lavarse las manos con frecuencia, evitar tocarse los ojos, la boca o la nariz con las manos o taparse la boca a la hora de toser o estornudar€ dificultará la propagación de los gérmenes.

Cuida tu alimentación

En esta época del año, la alimentación también se convierte en un arma clave para combatir los efectos del frío: conviene tomar frutas y verduras de temporada, de muchos colores, ya que su alto contenido en vitaminas permite limpiar y recuperar los tejidos de los efectos nocivos del sol y proteger del frío.

Además, en invierno el cuerpo necesita más calorías para soportar el frío y eso puede llevarnos a aumentar de talla. También las comilonas de las fiestas navideñas nos abocan a una subida casi inevitable de peso. Para evitar que se instalen los kilos de más procura mantener unos horarios estables, añadir frutos secos en tu dieta y optar por los alimentos tibios.

Toma vitaminas

En invierno nuestro cuerpo necesita más vitaminas sobre todo la A, C y D. Consume más verduras, lácteos y sobre todo cítricos, que aumentarán tus defensas y te ayudarán a prevenir los resfriados.

Protégete del sol cada día del año, también en invierno

Poco a poco va desapareciendo la creencia de que sólo es necesario utilizar protección solar cuando hace buen tiempo. Los dermatólogos aconsejan salir de casa con una crema de protección ultravioleta en el rostro, y en aquellas partes que no cubriremos con ropa, cada día del año. En invierno, los rayos de sol pueden quemar la piel, sobre todo en una jornada de nieve o de montaña.

Haz cosas que te hagan feliz

La falta de luz aumenta las sensaciones de melancolía y tristeza. De hecho, la evidencia clínica apoya esta relación entre la luz y la depresión por este motivo es indispensable mantener una actitud positiva, no te recluyas en casa, renuévate con nuevos proyectos que te ilusionen. Además, en esta época asegúrate de descansar bien, dormir las horas suficientes, poner música que te relaje€

Mueve tu cuerpo

Hacer actividad física o entrenar con regularidad nos ayuda a mantener la salud y prevenir las enfermedades, pero además nos ofrece otras ventajas que van desde el control de peso, hasta mejora la autoestima pasando por la flexibilidad, la fuerza y el descanso. Este invierno, ¡mueve tu cuerpo!

Vístete con capas

Si no quieres sufrir los cambios bruscos de temperatura lo ideal es que te vistas con capas, para añadir o quitar en función del ambiente en el que te encuentres. Para los bebés se recomienda que siempre lleven encima una prenda de ropa más que las que llevaría un adulto en las mismas condiciones.