Ahora que es principio de año es un buen momento (una vez más) para proponerse comer mejor. Es cierto que cada persona necesita una dieta algo distinta, pero hay normas que prácticamente convienen a todos. Los diez puntos siguientes no hacen milagros, pero sin ellos es difícil que la dieta sea sana.

1) Horarios regulares

Imprescindible para una buena digestión y una regulación sana del apetito. Hay que intentar comer a la misma hora cada día.

2) Cenas livianas

Es la piedra angular del peso saludable. Una merienda adecuada puede ayudar mucho en este aspecto. No se trata de no cenar sino de cenar con moderación.

3) Fruta y verdura cada día

En este caso es la piedra angular de la dieta saludable. Cada día, cinco raciones de fruta y verdura fresca son un regalo inteligente para el cuerpo.

4) Sal y azúcar en dosis mínimas

Importantísimo para mantener la salud. Recordar que en general son los alimentos, y no el salero o el azucarero, los que aportan ambos elementos a una dieta saludable.

5) Más legumbres

Son alimentos asequibles, cardiosaludables, nutritivos, sostenibles, además de versátiles. ¿Por qué no aumentar su ingesta?

6) Incluir farináceos integrales

No es que se tenga que eliminar el pan blanco o la pasta convencionales, es que es bueno alternarlos con el pan o la pasta integrales. Más nutrientes, más sabor y precio similar.

7) Más pescado, menos carne

Es típico y tópico, pero todavía no se cumple. Especialmente, en lo que se refiere a los derivados cárnicos. Es verdad que son deliciosos y prácticos, pero hay otros mundos.

8) Alimentos frescos

Por supuesto que los congelados están bien y que hay conservas estupendas. Pero no hay que engañarse, lo mejor sigue siendo sin duda el alimento fresco.

9) Siempre agua

De momento no se ha encontrado una bebida que supere el agua. Claro, es aconsejable que sea un agua de calidad, que, por cierto, pocas veces suele ser el agua del grifo.

10) Relación sana con la dieta

La dieta no es el enemigo ni la solución a todas las frustraciones. Una relación sana y sin obsesiones con la comida es básica para sentirse bien.