El síndrome del intestino irritable (SII), o de colon irritable, es una trastorno funcional crónico del tubo digestivo, según la Federación Española de Aparato Digestivo (FEAD). Sus síntomas principales son el dolor o molestia abdominal, la hinchazón abdominal y la alteración del hábito intestinal (estreñimiento o diarrea). Además, suele manifestarse con recaídas sin que exista una enfermedad orgánica de base que lo explique.

Se trata del trastorno gastrointestinal más diagnosticado y la segunda causa de absentismo laboral, tras el resfriado común. Entre un 10-20 por ciento de la población experimenta a lo largo de su vida sus síntomas, aunque sólo un 15 por ciento de ellos solicitan valoración médica. Existen numerosos tratamientos y terapias disponibles para aliviar los síntomas, "aunque ninguno de estos métodos consigue la curación", advierten.

A su vez, esta enfermedad se caracteriza por períodos de exacerbación que alternan con períodos de remisión de los síntomas. Es más habitual en adultos jóvenes y empieza a disminuir a partir de los 50 años. Desde la FEAD se avisa también de que el mayor problema del colon irritable es que a día de hoy no se conoce con precisión su causa, ni existen pruebas que puedan diagnosticarlo.

Sobre su tratamiento, actualmente no se dispone de ningún tratamiento curativo para esta entidad. El Síndrome de Intestino Irritable cursa brotes o periodos con síntomas, y otros con menos sintomatología, o sin ella. Por ello, para enfrentar el problema se pueden distinguir dos abordajes: uno con actuación en los hábitos de vida y otro desde el punto de vista farmacológico, que determinará el gastroenterólogo.Un diagnóstico clínico

En este sentido, la endocrina del Hospital La Luz de Madrid, la doctora María Luisa Mingo, señala en una entrevista que realmente se trata de una "entidad digestiva en la que no hay patología orgánica de base", su diagnóstico es clínico, al mismo tiempo que subraya que no está demostrado que eliminar determinados alimentos, por ejemplo, o fomentar el consumo de otros ayude a mejorar sus síntomas.

"Básicamente el paciente debe seguir la dieta mediterránea. Después, cada paciente es el que debe identificar aquellos alimentos que le sienten peor. Es un trabajo entre médico y paciente. Por eso, hay que intentar tomar el patrón mediterráneo de fruta, verdura, poca grasa, mucho omega 3", indica, a la vez que aconseja evitar el alcohol, así como las grasas o los fritos, además de fomentar el consumo de verdura, de frutas, y de antioxidantes.

Según defiende Mingo es importante seguir una dieta saludable porque de esta manera se asegura un aporte de fibra suficiente de cara a que el funcionamiento del aparato digestivo sea el correcto. "El consumo de fibra está demostrado que ayuda a prevenir el cáncer de colon, aparte que colabora a la hora de evitar el estreñimiento y el periodo de diarrea. La fibra nos ayuda a mantener un tránsito intestinal correcto", resalta la especialista del Hospital La Luz de Madrid.Consejos para sobrellevar el colon irritable

En este sentido, la experta en Endocrinología detalla esta serie de hábitos que pueden colaborar a la hora de sobrellevar los síntomas del colon irritable:

- Realizar 5 comidas al día. Tener unos hábitos y horarios organizados y estables, no hacer una única comida fuerte, sino pocas comidas. (Comidas pequeñas y frecuentes)

- Masticar bien la comida para que haya menos gas.

- Comer siempre a la misma hora y de forma relajada. También marcar el horario del ir al wc.

- Descartar la idea de que existe relación entre el colon irritable y la intolerancia a determinados alimentos.

-. Alimentos que sí lo alivian: la fibra que hay en la verdura y la fruta. Seguir una dieta mediterránea.

- Moderar el consumo de fibra insoluble y potencie el consumo de fibra soluble (en forma de gomas, pectinas y mucílagos). Se puede hacer con la ayuda de los alimentos como el dulce de membrillo o la manzana, aunque también se recomienda tomar diariamente suplementos alimentarios de este tipo de fibras.

- Pueden tolerase mal las comidas copiosas y ciertos alimentos, como cantidades excesivas de grasas, cafeína, lactosa, fructosa, sorbitol y alcohol.

- Hacer ejercicio físico regularmente.

- Realizar actividades relajantes y sociales.

- Los alimentos o preparados probióticos pueden resultar beneficiosos (siga las recomendaciones de su médico).

- Identifique la sensibilidad a distintos alimentos y excluya solamente aquellos que no tolere.

- Beber dos litros de agua al día. Es muy importante garantizar la hidratación adecuada. Se recomienda beber agua o infusiones suaves como la tila y la maría luisa (que no tienen ningún efecto laxante). Además, un aporte suficiente de líquidos también ayuda a combatir el estreñimiento, sugieren desde la FEAD.