Todo exceso, en cualquier época del año, resulta nocivo para el organismo. Parece que durante momentos puntuales como las Navidades o la Semana Santa, con sus excesos gastronómicos, nos encontramos con el 'todo vale', y aceptamos el hecho de que tenemos que comer más cantidad porque es lo que está socialmente impuesto.

"Debemos pensar que en realidad nos enfrentamos a cinco comidas principales, además de las que tengamos por celebraciones. Luego, hay que reducir el miedo a ese desconocido menú a un máximo de 8- 10 ingestas durante todas las fiestas", subraya en una entrevista la doctora en Nutrición por la UCM Marta Villarino Sanz.

Así, sostiene que no hay que cambiar la dieta habitual para aliviar los excesos, sino que siempre hay que seguir una alimentación equilibrada. "Todos los cambios que realicemos tras las Navidades o la Semana Santa, si les concedemos un carácter temporal, están abocados al fracaso. Se trata de adquirir un nuevo hábito y asumirlo para siempre. Si no sucede así, en la mayor parte de los casos se favorece la aparición del temido efecto rebote y se aumenta la proliferación de las archiconocidas 'dietas milagro' cuyo objetivo es promocionar una pérdida de peso rápida y sin control, precisa la también tesorera del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (CODINMA).

Una vez finalizadas las festividades, Villarino cree que hay que plantearse si es necesario o no cuidar o cambiar nuestra alimentación, o bien perder peso. Para ello, aconseja siempre ponerse en manos de un profesional, un dietista-nutricionista acreditado como tal, y que ayude a perder peso si fuera necesario, además de enseñarnos principalmente a realizar una buena alimentación, y a asegurarnos de que aquellos cambios que vayamos a hacer ahora se queden en nosotros para siempre.

"Que recordemos estos nuevos hábitos y no sean algo efímero, como una prenda de temporada que la olvidamos en el armario, y que ya no se usa porque nos encontramos mejor", advierte la también dietista-nutricionista del Hospital Infanta Sofía (Madrid).

No hay alimentos 'detox'

A su juicio, lo primero que hay que hacer a la hora de seguir unas determinadas pautas nutricionales tras los abusos festivos es olvidar la idea de que existen alimentos que 'limpian' o 'depuran' el cuerpo, ya que para eso ya contamos con órganos que hacen esas funciones.

"Tenemos que comer de manera equilibrada todo el año y, de forma ocasional, estas comidas festivas, como ciertos dulces, las comidas más elaboradas, las sobremesas más largas, o las bebidas más calóricas, por ejemplo. Lo que realmente tenemos que cuidar son las cantidades, y siempre acompañar todo de ejercicio", apostilla la especialista en Nutrición.

Para comer de manera equilibrada, la experta de CODINMA dice que hay que tener paciencia, y no englobarlo siempre en el cliché de 'sano'. "Es cierto que está de moda cuidarse y comer de manera equilibrada, por lo que considero que esa moda o vertiente tenemos que fomentarla porque es la más saludable de todas, siempre y cuando no la llevemos a extremos", agrega.

Igualmente, la dietista-nutricionista alerta de que no hay que caer en el tópico de comer 'sano' durante un periodo de tiempo, sino que es importante que se aprenda a comer de forma equilibrada, durante todo el año, y que estos momentos que rompen nuestra rutina no supongan un descalabro a nuestro peso, y lo más importante a nuestra salud.

Finalmente, Villarino ve importante recordar que es "básico" ponerse en manos de profesionales acreditados con la carrera o el grado de Nutrición Humana y Dietética, y huir de recetas mágicas para perder peso, "ya que se 'paga' muy caro el hecho de perder esos kilos de manera muy rápida y, principalmente, sin aprender nada sobre alimentación", sostiene.