La infección por clamidia es una infección de transmisión sexual (ITS) común que es fácil de curar. No obstante, puede pasar desapercibida, suele ser asintomática, y si no se trata, puede hacer más difícil que una mujer quede embarazada.

Según alerta el Centro para el Control y detección de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), la infección por clamidia puede afectar tanto a los hombres como a las mujeres, y puede causar daños graves y permanentes en el aparato reproductor de una mujer, y hacer más difícil o imposible que quede embarazada en el futuro. La infección por clamidia también puede provocar un embarazo ectópico (embarazo que ocurre fuera del útero) que puede ser mortal.

La principal dificultad a la hora de tratar esta infección tan común, según destaca en una entrevista con Infosalus el portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), el doctor Jorge del Romero, es que son asintomáticas "en una proporción muy alta", hasta en "tres cuartas partes de las personas".

La clamidia suele localizarse en función de cuál sea la práctica sexual de la persona, bien en las zonas genitales o en las extragenitales. "En los hombres, por ejemplo, un porcentaje muy alto se encuentran en zonas no genitales, como el recto o la faringe", precisa el especialista en ITS del Centro Sanitario Sandoval de Madrid, quien señala también que si se tiene sexo oral pueden encontrarse en la faringe, si son anales en el recto, y si son genitales en el cérvix, o bien en la uretra masculina.

En concreto, se puede contraer la clamidia al tener relaciones sexuales anales, vaginales u orales, con la persona infectada y sin protección. Además, si la pareja sexual es hombre se puede contraer la clamidia aunque él no eyacule. Si se está embarazada se le puede transmitir al bebé durante el parto, añade en este sentido el CDC.

¿Cómo puedo saber si estoy infectado/a?

Del Romero aclara que las pruebas de detección de esta ITS son "muy sencillas", son pruebas de laboratorio y, en el caso de las chicas, se resuelven con un chequeo ginecológico, mientras que también pueden pedirse análisis de orina.

En el caso de tener síntomas, estos podrían aparecer varias semanas después de que se hayan tenido las citadas relaciones sexuales con la persona infectada. No obstante, aunque no haya síntomas, la infección puede dañar el aparato reproductor.

Según detalla CDC, las mujeres con síntomas podrían notar: secreción vaginal anormal o sensación de ardor al orinar. Mientras, los síntomas en los hombres pueden ser: secreción del pene, sensación de ardor al orinar, dolor e inflamación de uno o ambos testículos (aunque esto es menos común).

"Los hombres y las mujeres también pueden infectarse por clamidia en el recto, ya sea mediante las relaciones sexuales anales receptivas o la propagación desde otra parte infectada (como la vagina). Aunque por lo general estas infecciones no causan síntomas, pueden provocar: dolor en el recto; secreciones; y sangrado", agrega.

Del Romero aclara además que esta ITS supone una de las infecciones bacterianas más frecuentes, y resalta que, aunque parezca mentira es muy fácil de curar. "Con dos pastillas de antibiótico se cura. Lo que sucede es que hay que vigilar que, aparte de clamidia, no aparezcan otras enfermedades como el VIH, por ejemplo, y eso es algo que siempre hay que revisar", añade el experto de la SEIMC.