El doctor Javier Santander ha superado los 30 años de ejercicio en el campo de la cirugía plástica estética, una dilatada experiencia de la que se pueden extraer conclusiones y resolver dudas en un ámbito tan actual, tan comentado y, en ocasiones, tan controvertido. "Tradicionalmente, la cirugía plástica ha sido definida como la cirugía de la forma y la función -señala-, pero también es la cirugía de la 'relación'. Muchas veces inhabilita más una deformidad física y el complejo que pueda producir que una enfermedad. Por tanto, es una disciplina delicada, de gran responsabilidad, ya que el paciente pone su físico en nuestras manos, pero también creativa (exige imaginación e improvisación) y con una gran carga de arte que debemos infundir en cada acto".

-¿Dónde acaba la cirugía reparadora y comienza la estética?

No conozco la línea de separación. Se puede vivir con cualquier deformidad, amputación, secuela, etc.; el problema es cómo cada persona lo acepta. Se puede vivir con una mama amputada.

-Es cirugía reparadora pero ¿y la otra mama?

Si existe una gran asimetría también es necesaria su corrección. La cirugía plástica es medicina; tratamos de ayudar al paciente, esté donde esté el problema.

-¿Cómo debe ser la comunicación entre paciente y cirujano?

Es vital una buena relación y entendimiento. Lo más difícil a veces es entender bien al paciente, qué es lo que le pasa y qué es lo que desea. Hay que hablar mucho tiempo con él. Y el paciente debe saber que su cirujano está pendiente de él, lo revisa él y lo cura él. En fin, buena medicina.

-¿Es posible garantizar los resultados?

La 'cirugía de resultados' no existe. En medicina no se puede vender nada. Eso solo sirve para aumentar la cuota de los Seguros de Responsabilidad Civil (mi primer SRC costó 16.000 ptas y ahora pago más de 8.000 euros anuales). Estamos obligados a poner a disposición del paciente todo lo que sabemos y los cuidados y medios pertinentes, pero no a vender una nariz, un pecho o una barriga. Yo les digo siempre a mis pacientes que no sé si podré darles lo que ellos buscan; ante la duda, el paciente no se puede operar.

-¿Y qué pasa con los pacientes que no colman sus expectativas tras la intervención?

Es un fracaso, no duermes en días. Es difícil asumir que vas a tener (en mi caso) un 3% de ´insatisfechos´. La mitad porque buscaban imposibles y la otra mitad porque se ha producido un resultado no deseado por diversas circunstancias . En este último caso tienes que mantener una relación muy directa con el paciente, realizar cirugía secundaria y reconocer que eres humano.

-¿Cómo hay que elegir a un especialista?

La base es el título reconocido, informarse en el Colegio Médico y en la Secpre (www.secpre.org). Después, hay que conocer al cirujano que te va a operar, no fiarse de publicidad, foros, clínicas de diseño... Debes entenderte con él y saber si puede darte lo que buscas.

-Dígame una intervención sencilla de buenos resultados, y otra, más complicada generalmente, que le soliciten en su consulta.

Cirugía ambulatoria, sin mucha inhabilitación y que funciona, la de párpados y la 'lipo' de papada. Queda bien, tiene pocos riesgos y a casi todo el mundo le beneficia. Cirugía difícil, limitada y que exige comprensión, es la elevación de mama (mastopexia) con prótesis en pacientes delgadas con piel flácida. Máxime si se solicita además mucho volumen mamario.

-En relación a las prótesis mamarias, ¿hay que recambiarlas cada un cierto tiempo?

Es un error pensar, como hace mucha gente, que hay dos clases de prótesis, las que hay que recambiar antes de diez años y las que no. Solo hay prótesis de más calidad y de menos calidad, por ello hay unas diferencias abismales de precio. Solo hay que recambiarla necesariamente si se rompe, se infecta o se extruye, pero como todas las prótesis, las de mejor calidad pueden durar para siempre y te las reponen gratuitamente si se rompen. A esto le ha hecho mucho daño la 'cirugía low cost', en la que para abaratar precios se colocan prótesis de baja calidad y curiosamente la gente acepta que le digan que las tendrá que recambiar en 7 años.

-¿Hacia dónde evoluciona la cirugía estética?

En Europa, hacia la búsqueda de la naturalidad, de resultados discretos y elegantes y a que no se pueda ver ni una cicatriz.