La menopausia es una etapa fisiológica normal en la vida de una mujer. Sin embargo, muchas veces los síntomas asociados afectan a su calidad de vida. Lo que muchas desconocen es que hay tratamientos disponibles para poder aliviarlos, así como una serie de pautas y hábitos saludables que pueden hacer más llevadero el proceso, especialmente con el agobiante calor del verano.

La Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) define este fenómeno como "la etapa en la vida de una mujer, por lo general de entre 45 y 55 años, en la que los ovarios dejan de producir óvulos y finalizan los períodos menstruales". En concreto, la edad media de la menopausia en una mujer española ronda los 48-50 años.

La menopausia es una condición que se alcanza cuando han pasado más de 12 meses de la última regla. "Con ella se expresa la completa o casi completa depleción folicular y la ausencia de la secreción ovárica de estrógenos. Suele diagnosticarse clínicamente y de forma retrospectiva después de 1 año de amenorrea. Tras la menopausia, el ovario ya no segrega estrógenos, pero siguen secretando andrógenos", explican desde la AEEM.

Principales síntomas

Asimismo, incluso antes de que se dejen de tener periodos menstruales, los cambios hormonales pueden dar lugar a algunos de los síntomas de la menopausia. Además, algunas mujeres tienen pocos o ningún síntoma, mientras que para otras estos son muy molestos y pueden interferir en su calidad de vida.

Aparte de los ciclos menstruales irregulares, los síntomas más comunes son los sofocos, los sudores nocturnos, los problemas para dormir, la sequedad vaginal, la disminución de la libido, la amenorrea de más de un año, además de que se tiende a engordar y se produce un acumulo de grasa diferente, y aparece obesidad en la zona de la barriga, en el abdomen, por ejemplo.

En una entrevista, Isabel Solís, ginecóloga del Hospital Universitario de Getafe (Madrid), destaca que los sofocos son el síntoma por el cual la paciente más acude a la consulta, aparte de ser de los primeros que aparecen y de los primeros que se 'van' o a los que se acostumbra la mujer. "Suelen tener lugar con más frecuencia los dos o tres primeros años. Aparecen en la perimenopausia, el periodo anterior a la menopausia, y una época de menstruaciones irregulares antes de la última regla", apostilla.

Los sofocos suelen comenzar como una repentina sensación de calor en la parte superior del pecho y de la cara. Luego, esta sensación de calor se disemina por todo el cuerpo y tiene una duración de dos a cuatro minutos. Algunas mujeres sudan durante el sofoco y luego sienten escalofríos y tiemblan cuando finaliza. Otras tienen una sensación de ansiedad o de palpitaciones del corazón durante el sofoco. Pueden ocurrir una o dos veces al día o tan a menudo como una vez por hora durante el día y la noche. Suelen comenzar mucho antes de que finalicen las reglas. No está claro lo que provoca los sofocos. La mayoría de las mujeres que tienen sofocos los seguirán teniendo durante un promedio de dos a cuatro años.

Por otro lado, desde la AEEM explican que cuando los sofocos ocurren durante el sueño se denominan 'sudores nocturnos', y estos pueden causar sudoración profusa y despertares de su sueño porque la mujer se sienta fría o caliente. "Esto puede ocurrir una o más veces por noche. Despertarse con frecuencia puede hacer que sea difícil conseguir un sueño reparador. Como resultado de la interrupción del sueño, muchas mujeres desarrollan otros problemas, como fatiga, irritabilidad, dificultad para concentrarse y cambios de humor", advierten.

Tratamientos

La mayoría de las mujeres no necesitan tratamiento para su sintomatología vasomotora, o ésta se alivia siguiendo una serie de hábitos saludables. No obstante, una de cada cuatro mujeres verá afectada su calidad de vida y requerirá de algún tipo de tratamiento médico.

Según indica la especialista del Hospital Universitario de Getafe, el tratamiento hormonal sustitutivo de estrógenos puede proporcionarle a la mujer esas hormonas que ya no produce, y es válido para aliviarlos, si bien avisa de que existen otros sucedáneos de hormonas, o la fitoterapia, que pueden minimizar sus efectos, y en muchos casos se recomiendan porque los tratamientos hormonales continuados aumentan el riesgo de cáncer de mama.

En este sentido, Solis precisa que cuando la mujer padece la menopausia antes de la edad normal sí suelen recomendarse tratamientos hormonales, pero cuando tienen lugar en la época de la menopausia son opcionales.

"Se le explican los pros y contras a las mujeres, y la única manera de quitar los sofocos al 100% es volver al estado que tenía antes y para eso se les dan hormonas. Los beneficios del tratamiento hormonal son muchos, se pueden llegar a aliviar los sofocos, la prevención cardiovascular y de la osteoporosis. En cambio, hay que tener cuidado y seguir un estricto control de la mama. Hay estudios que afirman que cuando se proporciona a la mujer con menopausia un tratamiento hormonal prolongado aumenta el peligro de cáncer de mama. Por eso, ya hay algunas pacientes que te dicen que no quieren hormonas", sostiene.

Sobre las contraindicaciones de la fitoterapia (tratamiento natural de plantas), Solís asegura que, a día de hoy, no tienen un efecto iatrogénico tan fuerte como una hormona en sí, pero sí mejoran un poco los síntomas de esta etapa. Siempre bajo prescripción médica, pueden comprar en farmacias las isoflavonas de la soja, y luego también otros productos como la cimífuga racemosa, o un derivado del polen, que no tienen efecto estrogénico.Indicaciones para aliviar los sofocos con el calor

La especialista siempre recomienda acudir al ginecólogo cuando aparezca la menopausia en la mujer, aprovechando una de las citas de control habitual. A su juicio, la mujer debe recibir también apoyo por parte de los médicos de atención primaria, quienes deben informarles de los síntomas de la menopausia y de cómo va a poder cambiar su vida.

"Depende de la paciente, pero a nivel de la consulta, lo normal es que en uno o dos años la mujer se amolde a esos cambios en su vida, que le afectan también a su cuerpo. Hay mujeres que apenas tienen síntomas, o mujeres que pasa el tiempo, hasta diez años, y que siguen con síntomas. Son también las menos. Es cuestión de paciencia", sentencia Solís.

Desde la AEEM, entre otras recomendaciones para aminorar ese calor del sofoco ven conveniente:

- Vestirse en capas para que pueda quitarse la ropa si se acalora.

- Mantener una temperatura ambiente baja.

- Evitar las bebidas calientes, como el café o el té.

- Utilizar una toallita fría y húmeda en el cuello durante los sofocos.

- No fumar porque empeora los sofocos.

- Incremento de la actividad física (30-60 minutos al día).

- Mantener un consumo de alcohol moderado y una dieta cardiosaludable, e incorporar suplementos dietéticos o farmacológicos de calcio y vitamina D, siempre que el médico lo vea conveniente.