Los españoles se encuentran entre los europeos más dispuestos a facilitar su historial clínico en Internet, según ha evidenciado el estudio 'La fiebre del oro de los datos' que ha realizado Osborne Clarke en los países de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España.

Así, se observa que "sólo el 22 por ciento de los españoles encuestados manifiesta sus reticencias para aportar información sobre dolencias menores", indican los expertos. No obstante, a la hora de tener que detallar el historial clínico, el porcentaje "aumenta hasta más de la mitad de los participantes en el estudio (52%)", explican.

En niveles similares a los españoles, se sitúan los británicos, "con un 22 por ciento y 54 por ciento, respectivamente; mientras que los italianos "son los europeos menos reacios a facilitar este tipo de información, con un 22 por ciento y 35 por ciento, en dolencias menores e historial clínico completo, aseguran.

La otra cara de la moneda la representan Francia y Alemania, ya que el 32 por ciento de los galos prefiere no reportar la historia clínica menos detallada, y un 45 por ciento no facilita la completa. Por su parte, en Alemania, un 52 por ciento de los ciudadanos se muestra reáceo a facilitar el historial de dolencias menores, y un 73 por ciento se niega a dar la historia clínica detallada en Internet.

La legislación española, muy estricta

En la actualidad, de todos los datos de historias clínicas existentes en el mundo, el 90 por ciento de ellas han sido creadas en los dos últimos años, según expone une estudio de IBM. Éstos "pueden ser fácilmente transferibles entre diferentes mercados y empresas, e intercambiados sin necesidad de incurrir en unos costes excesivamente elevados", manifiestan.

De cualquier manera, la legislación española es "muy estricta" en la seguridad de los datos. La Ley establece como obligaciones "que las compañías se aseguren de que tanto ellas, como los proveedores encargados de tratar esos datos, implementen las medidas de seguridad exigidas por la normativa vigente en materia de protección de datos".

Además, es necesario que las medidas de seguridad adoptadas "sean revisadas periódicamente para asegurar que estén actualizadas y que siguen siendo efectivas, debido, fundamentalmente, a la actualización constante de los diferentes desarrollos tecnológicos".

La falta de adopción de las medidas de seguridad exigidas por la normativa en materia de protección de datos de carácter personal "suponen una infracción grave que puede derivar en multas que oscilan entre los 40.000 y los 300.000 euros", concluyen desde Osborne Clarke.