Los casos de ciberacoso o ciberbullying son cada vez más frecuentes. Correos electrónicos, blogs, mensajería instantánea, redes sociales y mensajes de texto son algunos de los medios a través de los cuales las víctimas de acoso virtual reciben insultos, ataques a la dignididad, e incluso amenazas.

Según datos de WHO@, una organización dedicada a la lucha contra el ciberacoso, el 16% de los casos de acoso virtual se dan a través de Facebook y el 45% de las víctimas nunca ha informado a nadie de su situación. Además, tal y como afirma el observatorio británico ECHO, el 35% de las víctimas de acoso virtual sufrieron ansiedad severa y síntomas de estrés postraumático, y el 70% padeció al menos uno de estos síntomas. Según este estudio, el daño físico, a la reputación y a los sentimientos encabezan la lista de preocupaciones de quien es acosado virtualmente.

Coincidiendo con el Mes de la Ciberseguridad en Europa, el equipo de expertos de Softonic ha presentado una guía de recomendaciones para prevenir el acoso en la red:

1. No dejarse llevar por el pánico, ya que es justo lo que el acosador virtual busca. Ante una tentativa de ciberacoso, es importante no actuar bajo la influencia del miedo, observar lo que ocurre sin responder al acosador y, sobre todo, obtener apoyo emocional de una persona de confianza.

2. Bloquear o restringir el acceso del acosador, para evitar que los mensajes se repitan. La mayoría de redes sociales cuentan con mecanismos para bloquear a determinados usuarios (por ejemplo, Facebook y Twitter). El correo puede filtrarse mediante reglas automáticas e incluso las aplicaciones de mensajería cuentan con listas de contactos a bloquear. En sitios personales como blogs, existe la posibilidad de desactivar temporalmente comentarios y formularios.

3. Proteger el ordenador frente a escuchas o intrusiones, para impedir que el acosador obtenga datos personales. Es importante aprender a bloquear el ordenador y detectar los signos de acceso no permitido para prevenir el acceso no autorizado al ordenador o al teléfono.

4. Proteger la conexión WiFi inalámbrica, para obstaculizar las escuchas de red y el robo de datos (consejos para reforzar la seguridad WiFi).

5. Configurar la privacidad de los perfiles de las redes sociales, con el objetivo de ocultar datos personales e imágenes que podrían ser utilizadas por un ciberacosador (el equipo de Softonic ha preparado una guía de privacidad de Facebook donde es posible consultar cómo hacerlo).

6. Activar la verificación en dos pasos de las aplicaciones para proteger las cuentas personales contra intentos de acceso por parte del acosador. Este sistema de identificación refuerza la seguridad de acceso de las aplicaciones, ya que obliga a introducir una segunda clave de identificación cuando se quiere acceder desde un equipo desconocido. De este modo, aunque un acosador tuviese la contraseña de algún usuario, no podría entrar en su cuenta.

7. Utilizar contraseñas seguras y cambiarlascon frecuencia. Con el objetivo de remediar y prevenir el robo de contraseñas e impedir así el acceso de personas ajenas a cuentas personales, es aconsejable usar contraseñas fuertes y fáciles de recordar y, sobre todo, cambiarlas periódicamente.

8. Denunciar el contenido inapropiado u ofensivo a los administradores, para bloquear al ciberacosador y dejar constancia de los hechos. La mayoría de servicios, como Facebook, Twitter y Gmail, entre otros, ofrecen esta opción de denuncia, permitiendo la expulsión definitiva del acosador.

9. Instalar una aplicación para bloquear llamadas y SMS que impida el bombardeo telefónico por parte del acosador. Tanto Android como iPhone disponen de aplicaciones que habilitan listas negras y listas blancas de llamadas y mensajes, que son particularmente útiles para bloquear acosadores telefónicos. Para Android existe Blacklist Plus, mientras que el nuevo iOS 7 permite bloquear contactos sin necesidad de instalar aplicaciones.

10. Notificar el acoso a las autoridades. Si se teme por la integridad física, es aconsejable contactar con las autoridades para que el acosador sea perseguido legalmente. Para ello, es importante recopilar datos sobre el acoso y el acosador, así como el número IP de sus correos.