La estrategia de futuro del sistema operativo Android de Google pasa por la multiplicidad de plataformas, como se pudo comprobar hoy cuando el gigante de internet presentó sus nuevas versiones para el reloj, el coche y el televisor.

Android Wear, Android Auto y Android TV fueron las estrellas de la presentación inaugural de la conferencia anual Google I/O que la empresa con sede en Mountain View (California) celebra entre el miércoles y el jueves en San Francisco y que reúne a más de 6.000 desarrolladores de software.

La charla inaugural dio comienzo con el anuncio más esperado por la industria tecnológica: la salida al mercado de Android Wear, un sistema operativo especialmente diseñado para la tecnología ponible, es decir, aquella que se adapta a la ropa y complementos de los usuarios para convertirlos en dispositivos inteligentes.

El lanzamiento de Android Wear se realiza conjuntamente con la comercialización de los primeros relojes inteligentes de las firmas surcoreanas Samsung y LG, bautizados LG G Watch y Samsung Gear Live respectivamente, y que operan mediante el sistema de Google.

Además de indicar la hora, los relojes inteligentes permiten realizar y recibir llamadas, organizar la agenda del usuario, realizar consultas de información y reproducir música, entre otras muchas prestaciones.

"El reloj funcionará como una llave para un mundo de múltiples pantallas", dijo el director de ingeniería de Android, David Singleton, quien aseguró que estos dispositivos evitarán que los usuarios deban consultar sus teléfonos móviles "hasta 125 veces cada día".

Los aparatos de LG y Samsung ya están disponibles y ambos tienen forma rectangular, similar a la de un reloj de pulsera digital, con los ángulos redondeados.

En la Google I/O también se presentó un reloj inteligente fabricado por Motorola, el Moto 360, que a diferencia de los dos anteriores tiene forma circular y saldrá al mercado "más tarde este verano".

Los relojes de LG, Samsung y Motorola con sistema operativo Android Wear permiten la interacción del usuario a partir de órdenes verbales, mediante las cuales éste puede encargar al aparato que, por ejemplo, tome una nota, muestre información meteorológica, programe el despertador para una hora determinada o, incluso, que no le moleste durante un tiempo en el que desea descansar.

Tras presentar Android Wear, Google introdujo sus nuevas versiones para sistemas operativos en coches y televisores, unos productos concebidos para que el usuario tenga a su disposición en estos aparatos las mismas prestaciones de las que dispone en su teléfono móvil.

El sistema operativo para vehículos, Android Auto, permite la interacción con el usuario a partir de órdenes verbales, de manera que un conductor podrá utilizar su teléfono móvil -siempre que previamente lo haya conectado al coche- sin necesidad de mantener ningún contacto manual.

La pantalla de navegación del vehículo adquiere entonces una interfaz similar a la de los teléfonos que operan con Android y permite usar aplicaciones como Google Maps -función que puede resultar muy útil para la circulación-, reproducir música contenida en el móvil, leer los mensajes recibidos en voz alta a través de Google Voice y responderlos de la misma manera.

Android TV, por su parte, supone el último esfuerzo de la compañía de Mountain View para adentrarse en un terreno, la televisión, en el que todos sus intentos anteriores han resultados infructuosos.

"Sencillamente, estamos prestando al televisor el mismo grado de atención que prestamos a los teléfonos móviles y a las tabletas", dijo el responsable de Google para Android TV, Dave Burke, quien explicó que el nuevo sistema operativo introduce aplicaciones para Netflix e iHeartRadio, así como recomendaciones de contenido para ver en pantalla grande.

La presentación de este miércoles de Google en San Francisco tuvo que detenerse hasta en dos ocasiones debido a las interrupciones por miembros del público que protestaron contra la compañía.

Una mujer irrumpió a gritos entre la audiencia denunciando la situación que viven muchas familias humildes en San Francisco a causa de la llegada de miles de trabajadores altamente cualificados al clúster tecnológico de Silicon Valley, cuyo alto poder adquisitivo ha disparado los precios de los alquileres y ha situado los desahucios de gente con menos recursos a la orden del día.

Apenas una hora después de este incidente, la presentación de Google se volvió a suspender durante unos instantes cuando un hombre criticó a gritos la adquisición por parte de Google el pasado mes de diciembre de la compañía Boston Dynamics, que fabrica robots con fines militares.