Hoy en día buena parte de la comunicación laboral y personal se hace a través del correo electrónico. Se trata de una herramienta muy útil que se ha ido implementando poco a poco en la vida de las personas hasta el punto de ser imprescindible (o casi) para una buena parte de ellas.

El aumento en el uso de este tipo de cuentas ha dado lugar a que se vayan extendiendo sus funciones, ya sea tanto de fábrica como por terceras empresas. Una de las cosas que han ido tomando más fuerza es el rastreo de la llegada y el envío de emails, de tal manera que el emisor puede saber si el receptor ha leído el mensaje, la hora e incluso la ubicación aunque no haya habido una respuesta de por medio.

Poner un ´stop´ a esto es posible, aunque no te lo creas. Al igual que herramientas de terceros como Yesware o Bananatag permiten saber si leen (y cuándo) los emails que envían, también hay formas de saber si quien está al otro lado del escrito está intentando saber cuándo lees tu el correo electrónico recibido.

Aquí van tres formas para saber si la persona que te envía un email vigila si lo abres y cuándo lo abres. Dos de ellas son dos simples extensiones; la tercera es algo más compleja de ejecutar, pero se complementa muy bien con las anteriores. Nunca está de más que protejas tu privacidad.

Extensión Ugly Email

Ante la cantidad ingente de extensiones para navegadores que permiten saber si el destinatario ha abierto el correo electrónico, lo lógico es que tarde o temprano se popularizara una extensión que avisara de esta práctica. Esta extensión es Ugly Email, gratuita y disponible para Chome (ya están trabajando en que lo esté para Firefox).

La extensión funciona con los correos que recibes a través de Gmail. Lo que hace es detectar si hay algún código de rastreo oculto en los emails que llegan a tu cuenta para avisarte a través de un ojo justo al lado del asunto que se haya puesto en el envío: siempre que aparezca este icono será porque intentan rastrear tus datos. Pasando el cursor por encima del icono (sin pulsar en él), el complemento facilita información extra sobre el tema: te dice quién o qué servicio está intentando saber si accedes a la información.

Ugly Email no impide que la información requerida llegue a la otra persona y esto has de tenerlo claro: si abres el correo en cuestión, la persona que lo ha enviado lo sabrá.

Una buena idea es instalar esta herramienta y desactivar una opción que ofrece la propia cuenta de Google. Para que se proceda al seguimiento de la información, lo que hacen los programas 'espías' es añadir una pequeña imagen de un pixel de la que es muy difícil percatarse. Desactiva la carga de imágenes automáticas en Gmail yendo a Configuración > General > Imágenes > Preguntar antes de mostrar imágenes externas. No es algo que funcione siempre al tratarse de algo tan ínfimo, pero es una protección extra.Extensión PixelBlock

La extensión PixelBlock va un paso más allá respecto a Ugly Email: bloquea directamente el seguimiento que hacen las extensiones de los emails que lees o dejas de leer. Una vez más, es un complemento para Google Chrome y Gmail totalmente gratuito.

La herramienta también utiliza el icono del ojo, pero esta vez en rojo: si aparece dicha imagen dentro del correo electrónico, a la derecha del nombre del emisor, es que están intentando hacer un seguimiento de tu información y de tus actos. Pasando el cursor por encima del icono sale un bocadillo en el que se pueden ver cuántas veces han intentando 'espiar' de forma fallida la información y la fuente de la práctica.

Esta herramienta tiene como parte negativa que lleva un año sin actualizarse, pero eso no quiere decir que deje de ser útil, ni mucho menos. Lo ideal es complementarla con la extensión anterior para una mayor protección, además de, como te hemos explicado, desactivar el tema de las imágenes externas.

Red VPN

Este es, de la lista, el método más complejo para ayudar a parar este tipo de prácticas, aunque no es algo dedicado especialmente a evitar que sepan que lees o abres los correos. La Red Privada Virtual, o VPN por sus siglas en inglés, es una red que puedes crear para saltarte ciertas restricciones, pero también para aumentar tu privacidad.

Navegar en Internet a través de una conexión así significa que no se puede acceder al contenido que visitas, es decir, que ni tu propio proveedor de Internet tiene información de qué haces, cuándo lo haces y cómo lo haces.

Esto en sí no evita que aquellos usuarios que utilizan herramientas de terceros para el seguimiento de los emails accedan a esa información, pero si es una capa de privacidad extra que hace todo mucho más complicado. Lo ideal es combinar la creación de una VPN y la navegación por ella con las extensiones anteriores: toda protección es poca.

Si quieres saber más de este tipo de conexiones, cómo crear la tuya propia o algunas a las que te puedes conectar, te recomendamos que eches un vistazo a este artículo.

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