Twisted Metal es una de las series más populares en la historia de los videojuegos. La primera entrega de la franquicia de lucha de vehículos desarrollada por 989 Studios y producida por Sony Interactive Studios America gozó de gran popularidad en Estados Unidos, donde llegó a vender más de un millón de unidades. La serie se extendió con varias entregas aunque nunca llegaron a convertirse en un éxito rotundo. Ahora nos llega una nueva edición para PlayStation 3 que recoge directamente el nombre del original con la clara intención de retomar aquellos elementos que lo convirtieron en un superventas. Pero los tiempos y los jugadores han cambiado, y a pesar de ofrecer algunos alicientes interesantes el juego será recordado únicamente como una buena entrega de la franquicia.

Jugabilidad

Twisted Metal mantiene prácticamente todos los elementos clásicos de la serie, lo que deja poco o ningún margen para la sorpresa. El sistema adoptado para la campaña no termina de cuajar, ya que la experiencia se centra en contar únicamente la historia de tres personajes: Sweet Tooth, la de Mr. Grimm y la de Dollface, cada una con sus oscuras motivaciones. Las historias de cada personaje están presentadas de forma individual y transcurren entre peculiares y valientes cinemáticas con actores reales, donde se detalla un episodio de cada oscuro y peligroso personaje.

En cuanto a la campaña, esta nos llevará durante las cerca de las seis horas por las que se extiende, a combatir de una arena a otra con varios planteamientos, misiones, desafíos y escenarios que se modifican según el personaje con el que estemos jugando.

La mayor virtud de Twisted Metal está en el control. Estamos ante un título difícil que vende caro el dominio de los vehículos y cuya curva de aprendizaje dejará huella en más de un jugador, aunque una vez tomada la justa medida al mapa de controles la conducción se vuelve increíblemente intuitiva a pesar de la gran cantidad de acciones asociadas a los botones. La cantidad de medios de transporte o muerte, como se prefiera, que incluye el garaje y el arsenal del juego de Eat Sleep Play es increíble. Para nuestros propósitos contamos con una amplia gama de vehículos que pueden ser personalizados con diferentes diseños y van desde una moto, rápidos coches con poca potencia de fuego, trailers lentos pero poderosos, camionetas de helados a rebosar de ametralladoras, camiones y hasta un helicóptero, todos con sus características específicas de maniobrabilidad, armas y nivel de blindaje.

Las opciones también se amplían según vayamos ganando experiencia, ya que nos premiarán con nuevos vehículos y armas especiales. Otro aspecto importante es el increíble arsenal que incluye el juego, donde entre lo más destacado podemos encontrar una cantidad enorme de misiles, minas, congeladores, imanes, etc. Cada vehículo cuenta con características especiales que determinan unos poderosos ataques individuales para cada modelo.

Por otro lado, hay que destacar el reto que suponen los enfrentamientos con los jefes. Estos cuentan con diferentes etapas en las que tendremos que castigarlos antes de matarlos. Suponen un reto memorable y aportan un poco de orden a un juego tan caótico en sus opciones de batalla, sin obviar la parte épica de las contiendas, que la tiene. Aunque como advertíamos la campaña es corta, hay que añadirle una de las piezas más importantes de la producción: el cooperativo local y los modos online, que aumentan ostensiblemente su tiempo de vida.

Los modos multijugador en esta ocasión se convierten en una experiencia divertida y adictiva. Contamos con varias opciones para disfrutar de los modos en red, la primera es la campaña cooperativa en pantalla dividida hasta para cuatro jugadores. Mientas los modos competitivos nos permiten disputar combates acompañado por 15 jugadores más en combinaciones clásicas como supervivencia, batallas por equipos u objetivos, donde los novatos se convierten en pasto de los veteranos, mejor armados y con más experiencia.

Gráficos/Sonido

A pesar de lucir de forma razonable, el juego de Eat Sleep Play no alcanza los niveles de lo esperado para PlayStation 3. La ambientación lúgubre que se esperaba, se ha convertido en sucia y descuidada, mientras aguanta el tipo con un nivel de detalle respetable y una correcta ejecución. El audio y los efectos también cumplen apoyados en una banda sonora que combina el rap y el metal, aunque podemos configurar nuestra propia lista de reproducción con la música guardada en la consola. La edición para nuestro país llega con voces y textos en castellano.

Conclusiones

Lejos de intentar sorprender o probar fórmulas nuevas, Twisted Metal recoge los elementos que le brindaron fama y popularidad para llamar a filas a aquellos que todavía se atreven a disfrutar pilotando un coche hasta arriba de armamento en intensas y adictivas batallas. Además de la poca duración de la campaña, el resto del planteamiento parece anclado en un pasado donde los juegos eran difíciles y carecían en muchos casos de argumentación. Una experiencia única y especial que llega a un precio bastante asequible entre las novedades para la consola de Sony.