El vicepresidente segundo del Gobierno andaluz, José Antonio Griñán, dijo ayer que la Junta favorecerá el proceso de fusión entre las cinco cajas de ahorro andaluzas en la primavera del próximo año, momento en el que está previsto que se consolide el proceso de Cajasol.

Griñán hizo este anuncio después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asegurara el miércoles que es probable que se produzca alguna fusión debido a la crisis, y de que el presidente andaluz, Manuel Chaves, opinará igualmente que la crisis crea las condiciones para la fusión en Andalucía.

Griñán dijo en rueda de prensa que el proceso de construir una "gran caja" en Andalucía está en vigor y añadió que en épocas de crisis es importante fortalecer al sector financiero. "Habrá que esperar a que Cajasol consolide su estructura organizativa para a partir de ahí, y siempre respetando la autonomía de las entidades, favorecer el proceso de fusión entre las cajas", afirmó.

Por su parte, el vicesecretario general del PSOE-A, Luis Pizarro, señaló que las condiciones para crear la "gran caja" andaluza "son mejores ahora que hace cinco años porque hay mayor estabilidad", como demuestran los acuerdos alcanzados entre PSOE y PP.

Pizarro, que recordó que a finales de los 90 existían catorce cajas en Andalucía frente a las cinco actuales, indicó que es sensato que una vez culminado el proceso de fusión de Cajasol -algo previsto para febrero o marzo de 2009- comience a ponerse en marcha esta idea.

De hecho, aseguró que su partido está dispuesto a promover un "gran pacto" con los partidos políticos que tengan representación en las cajas, sindicatos, impositores y representantes de colectivos sociales para lograr la "gran caja".

La única caja que se pronunció al respecto ayer fue Cajamar, primera cooperativa de crédito y decimoquinta entidad de España, que coincidió con Chaves al calificar de oportunos los procesos de fusión de cajas de ahorros y bancos. El director del Instituto de Estudios de Cajamar, Jerónimo Molina, matizó sin embargo que es el propio contexto de la globalización y no la crisis el que exige que las entidades financieras sean cada vez de mayor tamaño.