Un centenar de trabajadores de Minas de Aguas Teñidas S.A. (MATSA) se concentró ayer en la puerta principal de la empresa en defensa del empleo y los proyectos industriales de las comarcas mineras, al mismo tiempo que pidieron a los políticos que no los utilicen electoralmente.

La convocatoria fue realizada el pasado viernes por la Federación de Industrias y Afines (FIA) de UGT de Huelva a raíz de la polémica en torno a la subvención de 10 millones de euros concedida por la Junta de Andalucía a esta empresa, donde trabaja la hija del vicepresidente Manuel Chaves, cuando éste aún era presidente del Gobierno andaluz.

En declaraciones a Efe, el secretario de FIA-UGT de Huelva, Luciano Gómez, indicó que el objetivo de la concentración era "dar un toque de atención a los políticos para que dejen tranquilas a empresas como éstas y apoyen el empleo y las inversiones mineras en esta zona de la provincia en vez de generar incertidumbre".

El sindicato entiende, según Gómez, que este tipo de polémicas "son elementos que no ayudan a una zona como la Cuenca Minera", por lo que insistió en reclamar al PP "que ejerza su responsabilidad social y política y rectifique y deje en paz a los trabajadores y a esta empresa". "No queremos que se utilice a las empresas electoralmente, porque no son moneda de cambio", remarcó. La concentración volvió a repetirse por la noche tras la convocatoria de los alcaldes de la comarca.

Inversión. MATSA es una filial de la compañía canadiense Iberian Minerals Corp., que tiene como objeto la explotación del yacimiento minero de Aguas Teñidas, en Almonaster la Real, donde ha invertido más de 257 millones de euros y ha creado más de 500 puestos de trabajo directos y más de 1.200 indirectos.

Tras la polémica por la subvención de la Junta, la empresa insistió en que se acogió a la "legalidad vigente" para solicitar incentivos y que el total de ayudas públicas recibidas asciende a 15,3 millones de euros, un 5,8% de la inversión realizada.