La Comunidad andaluza aglutina, con cerca de 49.000 personas beneficiarias, alrededor del 65 por ciento de las prestaciones de teleasistencia que se han concedido en toda España por la aplicación de la Ley de la Dependencia, según explicó hoy la consejera para la Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, en Málaga, donde residen 7.300 de estos usuarios, más que cualquier otra comunidad autónoma española.

En total, el servicio en la región beneficia a 141.000 personas usuarias, de las que el 64,6 por ciento son mayores de 65 años, el 35 por ciento se encuentran en situación de dependencia y el 0,4 por ciento tienen una discapacidad. En el caso de la provincia de Málaga, el 34,5 por ciento de las personas de las 21.339 beneficiarias están en situación de dependencia, el 64,9 por ciento son mayores de 65 años --13.800-- y el 0,6 por ciento tienen una discapacidad.

En cuanto al perfil general de las personas usuarias de este servicio, en Andalucía, el 66 por ciento viven solas, casi el 79 por ciento son mujeres y el 58 por ciento tienen 80 años o más. En el caso de la provincia de Málaga, se eleva al 68,5 por ciento el porcentaje de las personas beneficiarias que viven solas, el 78,9 por ciento son mujeres y el 57,5 por ciento tienen 80 años o más.

El Servicio Andaluz de Teleasistencia gestionó durante 2009 más de cinco millones de comunicaciones, entre llamadas entrantes y salientes. El motivo del 72,5 por ciento de las llamadas recibidas era mantener simplemente una conversación, el 16,9 por ciento solicitaba información y el 10,6 por ciento se debía a una situación de emergencia.

En el caso de la provincia de Málaga, se han registrado este año, hasta el pasado día 31 de mayo, un total de 354.023 comunicaciones y, en general, el motivo del 67,7 por ciento de las llamadas recibidas era el de mantener una conversación, mientras que un 20 por ciento era para solicitar información y un 12,2 por ciento se debía a una emergencia, según pudo comprobar la consejera que visitó hoy la Central del Servicio Andaluz de Teleasistencia, ubicada en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), considerada como la más moderna de Europa.

Bonificaciones

Las bonificaciones previstas para el uso del Servicio Andaluz de Teleasistencia permiten que el 63,7 por ciento de las personas usuarias en toda Andalucía no tengan que pagar nada por disfrutar de este recurso, que el 13,8 por ciento se beneficien de un descuento del 80 por ciento y un 22,5 por ciento tengan una reducción del 40 por ciento de la tarifa máxima, que es de 10,80 euros al mes.

En el caso de la provincia de Málaga, el 64,5 por ciento no tiene que abonar nada, el 12,8 por ciento obtiene un descuento del 80 por ciento y el 22,6 se beneficia de una reducción del 40 por ciento.

Temporada de verano

Asimismo, la central va a contactar durante los meses de verano con más de 57.000 personas usuarias con el fin de informarles sobre las medidas más apropiadas para afrontar las altas temperaturas y paliar los efectos del calor en la salud. De esta forma, la Consejería se une al Plan de Prevención Contra los Efectos de las Altas Temperaturas que desarrolla Salud.

Con este plan, que estará activo hasta el 30 de septiembre, el personal de la Central de Teleasistencia contactará en los momentos de mayor calor con la población de riesgo de las provincias de Almería, Granada, Jaén y Málaga usuaria de este servicio.

En el Servicio Andaluz de Teleasistencia, donde trabajan actualmente un total de 524 personas, 143 de ellas en la Central ubicada en el PTA, en Málaga, ofrece atención individualizada de forma ininterrumpida las 24 horas del día durante todo el año. Las personas usuarias, con tan sólo apretar un botón, se ponen en contacto a través de una línea telefónica con los profesionales que atienden este recurso social.

Esta prestación de la Junta tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas mayores, con discapacidad o en situación de dependencia, favoreciendo su autonomía y la permanencia e integración en su entorno, y proporcionándoles acompañamiento, atención y apoyo ante situaciones de emergencia, como refuerzo para los familiares que asumen su cuidado.